Las vacaciones de verano pueden ser un desperdicio o un paraíso de aprendizaje. Las tentaciones son muchas para pasar el tiempo viendo televisión o jugar video juegos, pero con un poco de planificación e ingenio, las vacaciones pueden transformarse en un tiempo para ejercitar la mente, explorar nuevos pasatiempos, aprender responsabilidades y practicar las habilidades aprendidas durante el año escolar.

Hay que seguir aprendiendo

Los maestros pasan en promedio de cuatro a ocho semanas cada inicio de ciclo escolar repasando el material que los estudiantes olvidan durante las vacaciones de verano. Muchos estudiantes pierden el equivalente a casi dos meses en sus habilidades de lectura y matemáticas durante el verano y no tienen tan buen desempeño en los exámenes estandarizados en comparación con los estudiantes que continúan aprendiendo durante el verano. El efecto es acumulativo: cada verano que el estudiante no estudia se suma y puede tener un impacto en todo su desempeño escolar.

Esto no significa que los niños se la pasen resolviendo problemas de matemáticas y estudiando listas de vocabulario para conservar las habilidades que aprenden durante el año escolar. El verano es el tiempo perfecto para que los niños descubran que el aprender es divertido y que pasa en todas partes. “Usted no quiere que sus hijos piensen que el aprender solo sucede en la escuela,” dice Susan K. Perry, autora del libro Playing Smart: The Family Guide to Enriching Offbeat Learning Activities for Ages 4-14. (Siendo Inteligente: Guía Familiar de Actividades Para Enriquecer el Aprendizaje en Edades 4-14) “Más bien, usted quiere que ellos piensen que el aprender es divertido y que sucede todo el tiempo, en cualquier lugar, con materiales sencillos, y no siempre basado en instrucción por un maestro o en una escuela. El verano es una masa de tiempo sin forma para explorar cosas e intereses nuevos que no tienen que ver necesariamente con la escuela.”

El aprendizaje sucede ya sea que usted viaje a un lugar lejano o pase el verano en su vecindario. Sea cuidadoso de no planificar de más. “Para evitar aburrirse, un niño tiene que aprender a motivarse por sí mismo, lo cual es una habilidad que debe adquirirse,” dice Perry. “Si su hijo le dice ‘Estoy aburrido,’ y usted le da una solución rápida, nunca aprenderá a desarrollar sus propios recursos. Sin embargo, déle opciones. No solo quiera que aprenda. Así no es como funciona.”

10 Actividades de aprendizaje para el verano Estas son algunas actividades para que su hijo comience a divertirse y aprender durante el verano:

1. Coseche la calabacita zucchini más grande de su vecindario.

¿Qué mejor forma de aprender lo más básico de la ciencia y cómo crecen las plantas que tener su propia hortaliza? Usted puede empezar con semillas o plantas pequeñas. Hable sobre lo que las plantas necesitan para estar fuertes: aire, agua, sol y nutrientes. Los vegetales son más divertidos y educativos para plantar, ya que sus hijos aprenden de dónde viene la comida y también se pueden comer la verdura cuando esté lista.

2. Recorte, pegue y escriba sobre sus aventuras familiares.

Una vacación familiar es la oportunidad perfecta para crear un libro de recortes y conservarlo como un recuerdo por mucho tiempo. Junte tarjetas postales, folletos, menús de restaurantes y atracciones turísticas. Anime a su hijo a que escriba descripciones de los lugares que visitaron y hable sobre lo que sucedió en los paseos familiares. Puede también ayudar a que su hijo haga un libro de recortes sobre su equipo deportivo favorito o sobre los eventos que pasaron este año en la escuela. El libro de recortes puede incluir fotos con letreros, recortes de periódicos o eventos escolares.

Algunos sitios de internet, como Shutterfly o KodakGallery, le pueden ayudar (por una cuota) a crear libros de fotos con calidad profesional, donde usted acomoda las fotos y los letreros a su gusto.

3. Haga su propio teatro.

Los niños pequeños pueden hacer su propio teatro de títeres. Comience cortando los dedos de guantes viejos. Dibuje caras en esos dedos con marcador permanente y ponga cabello pegando pedazos de estambre. Puede pegar tiras de fieltro para crear la cara de un perro, un gato, u otros animales. Su hijo puede entonces crear una historia para que la pueda actuar con los títeres de dedos. Para niños un poco más grandes, busque libros que tengan obras de teatro para jóvenes y anímelos a que junto con sus amigos pongan un teatro en su vecindario. Pueden dar una presentación, hacer un escenario en el parque o en la entrada de la casa de un vecino, y hacer boletos y venderlos.

4. Haga merengue de chocolate o construya un alimentador de pájaros.

Las tiendas de juguetes y de artesanías están llenas de juegos para hacer proyectos, desde alimentadores de pájaros hasta aeroplanos en miniatura. Estos proyectos enseñan a los niños a leer y seguir direcciones, y ofrecen la ventaja de ver el producto terminado. Los libros de experimentos de ciencia animan a los niños a observar y hacer preguntas mientras los niños pasan horas divirtiéndose con manualidades que usan conceptos científicos.

¿Qué niño no estaría inspirado a hornear galletas o hacer merengue de chocolate? Un libro de cocina para niños es una muy buena herramienta. Los libros de cocina con recetas de otros países brindan la oportunidad de explorar la comida de otras culturas y tener conversaciones sobre qué tan diferente hacen las cosas la gente en otras partes del mundo. Es más fácil que los niños prueben algo extraño si ellos mismos lo preparan.

5. Pinte la cerca, cuide niños o sea voluntaria en su comunidad.

Aún los niños más pequeños pueden aprender a ser responsables ayudando a poner la mesa para la cena, cuidando una mascota, limpiando su clóset, lavando el carro, o pintando una cerca pequeña. Pídale a su hijo que sea su asesor en energía y busque maneras de conservar energía en su casa. El tener un trabajo durante el verano o ayudar en su comunidad ayudan a los niños a ser puntuales, seguir direcciones y servir a otros.

6. Sea el agente de viajes de la familia.

La mitad de la diversión de un paseo comienza desde antes de salir. Incluya a su hijo en la planificación del paseo practicando cómo se usa un mapa para encontrar ciudades y atracciones turísticas, y cómo calcular distancias. Si va a manejar, calcule con su hijo cuántos galones de gasolina se necesitan para llegar y cuál sería el costo. Si va a viajar en avión o en tren, revise los horarios de salida y el costo.

Investigue sobre su destino en libros y en el internet. Si viaja a otro estado, busque información de ese estado, como la flor oficial, el pájaro oficial, y atracciones interesantes. Pida a su hijo que le escriba al departamento de turismo del estado pidiendo información.

7. Visite una fábrica de frijolitos dulces o un estudio de vidrio soplado.

Ya sea que vaya de paseo a un destino lejano o cerca de casa, busque lugares donde los niños puedan aprender cómo se fabrican las cosas. En San Francisco, puede visitar una fábrica de ositos de peluche, en Arkansas, un estudio de vidrio soplado; y en Hawaii, una fábrica de nueces de macadamia. Para saber más de estas opciones, vea los consejos en los libros sugeridos en esta página.

8. Convierta una visita al museo en una búsqueda de tesoro.

Haga que sus hijos se emocionen visitando un museo explorando la página de internet del museo y tomando un viaje virtual. Cuando visite el museo, considere que los niños no ponen atención por mucho tiempo, y no trate de cubrir todo el museo en un solo día. Para que la visita sea más atractiva, comience visitando la tienda de regalos y deje que su hijo escoja algunas postales u objetos que se muestren. Convierta la visita al museo en una búsqueda de tesoro tratando de encontrar los objetos de las postales en el museo. Busque las exhibiciones en las que pueda interactuar y períodos de historia que su hijo haya estudiado en la escuela.

9. Consiga calcomanías, tatuajes y libros de cómicos gratis.

El escribir una carta ayuda a su hijo con sus habilidades de escritura y puede ser especialmente gratificante cuando obtiene respuesta en forma de un objeto gratuito. El libro Free Things for Kids (Cosas Gratis para su Hijo) sugiere más de 300 lugares a los que puede escribir y obtener cosas gratuitas, como calcomanías, tatuajes temporales, cómicos a colores, revistas y objetos de equipos deportivos. Algunos objetos pueden costar un dólar o menos, pero la mayoría son gratis. El autor ha escrito sobre estos objetos gratuitos por muchos años y se le considera un experto en esta materia. El libro, que se actualiza anualmente, también incluye sitios de internet donde se pueden conseguir programas, revistas en línea y otros objetos que se mandan por correo.

Usted puede ayudar a su hijo mayor a mejorar sus habilidades como buen ciudadano y a practicar su escritura animándolo a que le escriba una carta al editor de su periódico local o a un oficial de gobierno local sobre algún asunto que le preocupe, como el construir un carril para bicicletas o renovar el área de juegos del parque local.

10. Conviértase en un experto en inversiones o en un genio en matemáticas.

El verano es el tiempo perfecto para que los jóvenes y los adolescentes aprendan sobre el mercado de valores y el valor de invertir. Una buena forma de comenzar es investigar compañías públicas con las que los jóvenes estén familiarizados, como Apple Computer, eBay, Nike o Tootsie Roll. El sitio de internet Motley Fool “Teens and Money”. está dedicado a ayudar a los jóvenes a aprender sobre ahorros e inversión. Los jóvenes mayores podrían querer participar en un programa de inversión, Junior Investor program, para aprender más sobre el mercado de valores. También puede ayudar a su hijo que inicia la preparatoria a que mejore en matemáticas jugando juegos de matemáticas.