Para algunos niños, sobre todo si tienen dificultades en la escuela, aprender se puede convertir en una lata. Un aburrimiento que tal vez relacionen con otra lata: la escuela.

Usted puede enseñar a su hijo que el aprendizaje va más allá de la escuela: es parte fundamental de la vida y además puede ser muy divertido.

Intente llevar a su hijo a lugares donde pueda divertirse y demuéstrele que uno puede aprender en cualquier parte:

 

• Vayan al zoológico.

Si hay un zoológico en su ciudad pasen una tarde con los animales favoritos de su hijo. Muchos zoológicos están divididos por continentes, con secciones separadas para animales de distintas partes del mundo, de África a Asia pasando por el Círculo Ártico. Hable con su hijo de por qué la piel de los osos polares es blanca (para esconderse en la nieve), cuándo cazan los leones (por la noche) o qué comen los koalas (hojas de eucalipto). Lea los carteles que hay junto a los animales. Cuando usted aprenda algo nuevo, no olvide decírselo a su hijo: “¡No tenía ni idea! Yo también he aprendido algo nuevo hoy.”

• Visiten un museo.

Los museos no tienen por qué ser aburridos, sobre todo si su familia vive en una gran ciudad con exposiciones y actividades orientadas a los niños. Muchas veces los museos más divertidos son los de ciencias, tecnología e historia natural, que a menudo incluyen evento donde los niños pueden realizar experimentos y tocar lo que ven. (Consejo: mire a Parents Connect para encontrar eventos especiales en su zona.)

• Llévelo a jugar afuera.

Un día en el parque o la playa puede ser una gran oportunidad para aprender. En la playa pueden buscar conchas o mirar cómo rompen las olas. En el parque háblele de las flores, los árboles y la naturaleza a su alrededor. Y recuerde que también puede usted hacerle preguntas a su hijo (usted no tiene por qué conocer todas las respuestas). Las preguntas enseñan a los niños que la curiosidad es algo que está muy bien: “¿Por qué será que las ardillas son del mismo color que la corteza de los árboles? ¿De qué se alimentarán las gaviotas? ¿Qué estarán recogiendo las abejas de las flores?

• Vean una película.

Cuando vean una película juntos hable con su hijo de lo que ha ocurrido. Pregunte: ¿Qué personaje te gustaría ser y por qué? ¿Por qué crees que esa persona se portó tan mal? ¿Hubieras hecho algo de forma distinta? ¿Te gustaría vivir dentro de esta película? No importa qué le pregunte, lo importante es que las preguntas harán pensar a su hijo, y pensar es la esencia del aprendizaje.