Dana, de ocho años de edad, tiene dificultades para leer. Kathy, su madre, se enteró por una amiga que “Jump Into Reading” (Salto a la lectura), un programa comercial de lectura para usar después de la escuela, había ayudado enormemente a su hijo. A pesar de que el programa es caro, y que le exigiría salir temprano del trabajo dos días por semana, Kathy decidió inscribir a su hija.

 Pero primero acordó una reunión con el director del programa y le hizo algunas preguntas delicadas: ¿Qué expertos avalaron el programa? ¿Se hizo alguna investigación independiente sobre “Jump into Reading”? ¿Qué clase de resultados debo esperar luego de algunos meses?

Cuando el director prometió que en pocos meses Dana estaría “curada” y podría leer como cualquier otro niño de su grado, Kathy decidió esperar e investigar un poco más antes de hacer los sacrificios que demandaba el programa. Contuvo su impulso de probar inmediatamente el programa. Luego de un año y medio de problemas, estaba lo suficientemente desesperada como para probar cualquier otra opción diferente.

En la era de la información, ser un consumidor escéptico se ha vuelto una parte necesaria de la crianza de un niño con discapacidad de aprendizaje , o por sus siglas DA (en inglés, Learning Disabilities o LD). Dada la complejidad de la DA y la creciente cantidad de soluciones ofrecidas para lograr “curas” rápidas, el aprendizaje del consumidor se ha convertido en un tema candente. Es perfectamente posible que Kathy decida probar “Jump into Reading” debido a que funcionó bien para una amiga de confianza. Pero las posibles desventajas que podría experimentar Dana al enfrentarse a otro fracaso, unidas a la carga adicional para Kathy, la hacen reflexionar sobre la necesidad de asegurarse de que las probabilidades de que este método ayude a su hija sean altas.

Cómo llegar a ser un consumidor inteligente

En abril del año 2000, el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (en inglés, National Institute of Child Health and Human Development, NICHD) dio a conocer los resultados de la investigación sobre los mejores métodos de instrucción para enseñar a leer. Desde entonces, palabras como “investigación” y “ciencia” han aparecido en los nombres y las descripciones de toda clase de terapias y herramientas educativas para la DA, ya sea que los productos hayan sido o no investigados por terceros para probar su eficacia.  

La investigación de terceros, o investigación independiente, sigue principios científicos que se pueden copiar y repetir. La investigación es liderada por profesionales que no están vinculados con la organización o los individuos que desarrollan el producto o la teoría.

Muchas organizaciones que dicen que la utilidad de sus productos quedó demostrada a través de métodos científicos, en realidad han hecho gran parte de la “investigación” ellos mismos. Usted debe tener en cuenta que palabras como “científico”,  “investigación” y “comprobado” pueden representar más una hábil estrategia de marketing de la compañía, que del verdadero valor del programa.  

Hasta las terapias para la DA que se basan en la investigación no necesariamente funcionan para todos los niños y esto complica aún más las evaluaciones. Existe mucha falta de conocimiento sobre la discapacidad de aprendizaje, trastorno que varía de un niño a otro. A pesar de que algunos programas gozan de un porcentaje de éxito mayor que otros, no existe un único programa de calidad, surgido de la investigación, que funcione para todos los niños. Sencillamente no existe un “talle único (por más estándar que sea) que se adapte a todas las medidas”.

Cuáles son los inconvenientes de un programa

Ya desesperados, algunos padres escogen abandonar el sistema tradicional, y depositan su fe en métodos no probados que prometen curas y mejoras rápidas en el aprendizaje. Algunos de estos programas están muy bien financiados y tienen mucha visibilidad en la prensa, en publicidad y en Internet. Otros son más pequeños. Algunos son muy caros, otros sólo requieren la compra de un libro o un juego.

Usted puede pensar que si estas terapias o programas que no fueron investigados, no dañan físicamente a su hijo, no existe riesgo en probarlos. Pero tal como Kathy finalmente descubrió con Dana, se desperdicia un tiempo precioso y mucha energía, que se podrían haber invertido en programas más promisorios. Y lo que es más importante: los niños con DA tienen muchas experiencias de fracasos y escasa autoestima. Las terapias controvertidas no sólo tienen el potencial de debilitar la autoestima que es tan valiosa, sino que además es probable que los hagan sentir, que tanto ellos, como sus habilidades y virtudes, no son importantes.

Cómo tomar una decisión sobre un programa

Es difícil de aceptar, pero las dificultades de aprendizaje son un problema para toda la vida. Los niños con DA podrán tener éxito en el aprendizaje y en la vida, pero siempre serán diferentes. No hay curas. Las cosas no son tan sencillas.

Como padre, su mejor alternativa es mantenerse informado sobre investigaciones independientes y conocer los talentos, los desafíos y el estilo de aprendizaje de su hijo. Prepárese para hacer preguntas difíciles antes de comprar cualquier programa o inscribir a su hijo.

Preguntas para hacerse a usted mismo

  • ¿Cuál es el tratamiento convencional o el tratamiento estándar?
  • ¿De qué manera este programa es diferente o mejor?
  • ¿Qué dicen los expertos en este tema sobre el programa?
  • ¿Quién recomienda el programa? (¿Un evaluador independiente? ¿Un vendedor del programa? ¿Una publicidad en la TV?) 
  • ¿Considero que este programa satisface las necesidades específicas de mi hijo?
  • ¿Hay riesgos, efectos secundarios o desventajas en este programa?
  • ¿Los beneficios anunciados por el producto son poco razonables o demasiado buenos para ser ciertos?
  • ¿El producto promete una cura, una solución rápida o una mejora radical?

Preguntas para hacer sobre el programa o al profesional

  • ¿Qué beneficio para mi hijo puedo esperar de su programa?
  • ¿Cómo puedo medir el progreso?
  • ¿Se hizo alguna investigación independiente sobre este programa? Si la respuesta es sí, ¿dónde puedo encontrarla?
  • ¿Cuáles son los porcentajes de éxito del programa? (No se conforme con sólo unos pocos “testimonios”, pida números y referencias).
  • ¿Cuáles son los costos totales del programa?
  • ¿Cuánto tiempo necesitará? (¿Duración de las sesiones? ¿Cantidad de sesiones por semana? ¿Cuántas semanas, meses, años?).
  • Luego de que los niños terminen este programa, ¿Qué tan bien retendrán los beneficios que obtuvieron?
  • ¿Cuál es la política de garantía o reembolso?