¿Comida que alimenta a los músculos y huesos, y también mejora la memoria y la capacidad cognitiva? Es un concepto irresistible.

Aunque todavía hay mucho debate sobre los detalles, la investigación muestra que lo que los niños comen afecta su aprendizaje en formas significativas. Recientemente, los científicos de los alimentos han encontrado no solo esos alimentos que restan valor a la potencia cerebral de los niños, sino también aquellos que pueden ayudar a desarrollar cerebros saludables y una salud cognitiva a largo plazo.

Pero seamos realistas.

Está muy bien darle a los niños col rizada salteada y salmón sobre una base de quinoa impregnado de jengibre, si van a comérselo. Como padres llenos de ocupaciones, necesitamos ser prácticos y darle a nuestros hijos alimentos que no solo prueben sino que se los coman con gusto.

Así que a continuación te presentamos cuatro alimentos nutritivos para el cerebro, que tu hijo puede llegar a considerar como delicias.

  • Avena: la avena cocida puede parecer aburrida, pero puede transformarse en algo emocionante y alegre, especialmente si los niños pueden convertir su cereal en su propio laboratorio de cocinar. Con su alto contenido de fibra y proteína, este simple cereal ha sido asociado con una mejora en las pruebas de memoria especiales y a corto plazo, así como pruebas de atención auditiva. La clave es averiguar cómo le gusta a tu hijo. ¿Cortada?, ¿con canela?, ¿con fresas y jarabe de arce?, ¿rociada con su nuez favorita? Tal vez le guste con cacao en polvo. Cualquiera que sea su preferencia, deja que él sea parte de su elaboración y preparación. A algunos niños incluso les gusta en un termo para el almuerzo escolar.
  • Arándanos congelados: los Dippin’ Dots elaborados por Nature’s son bien conocidos por contener antioxidantes que están asociados con un aumento de la memoria y el funcionamiento cognitivo. Por alguna razón, los niños que solo comerían algunos arándanos frescos cada cierto tiempo (y que tengan el dinero para comprarlos todo el año) se comerían los congelados como si fuesen caramelos. Deja que tu hijo los coma con las manos, o los agregue al yogurt para crear una increíble obra de arte azul.
  • Huevos: además de proteínas, los huevos tienen alto contenido de colina, que es esencial para nuestras células madre de la memoria. En un estudio en adolescentes, el investigador encontró que la colina también parece apoyar la producción de células para la memoria. Con seguridad, a algunos niños no les gustan los huevos; sé que a mí no me gustaban. Pero los panqueques franceses (hechos principalmente de huevos y una sola cucharada de harina y endulzado con azúcar en polvo y jugo de limón) o una tostada francesa (hecha con pan multicereal; deja de lado la mantequilla y el jarabe y sírvela con una fruta triturada de tu preferencia) usualmente produce niños felices en el desayuno, el almuerzo e incluso en la cena.
  • Linaza: no puedes disfrazar muchos de los alimentos ultra saludables; el salmón no puede ser convertido en un sorbete, y la col rizada no puede servirse como una rosquilla sabrosa en cualquier momento. Pero la linaza tiene un sabor agradable que a los niños realmente les gusta. Tal vez nunca hayas probado la linaza, y mucho menos se la has dado a tus quisquillosos hijos. Pero esta gran fuente de omega 3 (los ácidos grasos asociados con un aumento de la capacidad de aprendizaje y otros beneficios para la salud) es barata, deliciosa y vale la pena algún esfuerzo creativo. Trata de agregarlas al cereal o hacer un “caramelo saludable” mezclándolas con miel o jarabe de arce y tostándolas lentamente. Una vez que tus hijos se acostumbren al sabor parecido al de las nueces, puedes convertirla en toda clase de recetas no tan dulces: ensaladas, mezcla de frutos secos, granolas y pasteles.

Alimentos que afectan negativamente al cerebro

Mientras piensas en qué alimentará el cerebro de tu hijo, no olvides evitar lo que podría producirle dificultades de aprendizaje. Los estudios han demostrado que los niños que comen alimentos con alto contenido de aditivos artificiales y azúcar tienen patrones de pensamiento nocivo y menores capacidades para concentrarse. Los investigadores en la Universidad de Southampton en el Reino Unido, encontraron que cuando los niños comen una dieta con alto contenido de preservantes y colores artificiales, el comportamiento hiperactivo se vuelve sustancialmente peor. El estudio produjo tal impresión que la Agencia de Estándares Alimenticios del Reino Unido recomendó eliminar gradualmente los colorantes en los alimentos y bebidas de la Unión Europea.

El azúcar refinada también puede afectar negativamente las capacidades mentales de tu hijo. La revista The Journal of Pediatrics informó que los niños mostraron síntomas parecidos a la hipoglucemia, incluyendo sudoración, agitación y distracción, a un nivel de azúcar en la sangre que no se consideraría como hipoglucémico.

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