¿Cómo trabaja usted con todos los adultos que interactúan con su niño? ¿Qué información debería usted compartir con ellos? ¿Qué puede usted esperar de ellos?

Cómo trabajar en equipo

Para apoyar a su niño en sus esfuerzos por aprender, usted deberá trabajar con el personal de la escuela y otros profesionales, como su pediatra, su tutor o consejero. Debido a que usted es quien conoce mejor a su niño, usted cuenta con conocimiento e información valiosa para compartir. Aunque no esté acostumbrada o no se sienta cómoda dentro del ambiente escolar o en el consultorio del médico, su participación es importante. Juntos pueden comprender mejor las fortalezas de su niño, los problemas de aprendizaje, los procesos escolares, la contribución de los profesionales, y lo que usted puede hacer.

También colabore con los adultos que dirijan las actividades de su niño fuera de la escuela. Explique al entrenador, líder del grupo de exploradores o al consejero religioso, cuáles son las necesidades especiales que tiene su niño, para que lo entiendan mejor. Si el niño va a salir adelante en el campo de deportes o en grupos sociales, es posible que el líder tenga que enfocarse en su niño de manera diferente para asegurarse de que triunfe y que desarrolle su autoestima.

Usted será la persona principal que recoja información de todos los adultos que interactúan con su niño. Recuerde mantener un cuaderno de notas, un archivo o algún otro método para guardar datos acerca de su niño, de manera que siempre tenga la información a mano cuando la necesite.

Cómo comunicarse

Comparta lo que sepa sobre su niño manteniéndose en contacto con dichos adultos a través de notas, formularios de verificación, correo electrónico, mensajes de voz o conversaciones informales.

  • Infórmeles acerca de los talentos, intereses, y fortalezas de su niño para que desarrolle su autoestima.
  • Las estrategias que tienen éxito en el hogar también pueden funcionar en la escuela o en las actividades comunitarias, y viceversa.
  • Ayúdelos a entender las necesidades especiales de su niño y las modificaciones que pueden ayudarlo a tener éxito.
  • Cuénteles qué le gusta a su niño como recompensa, para mantenerlo motivado.
  • Comuníquese regularmente con todos los que participen. No espere hasta que las cosas ya no estén funcionando bien por un tiempo.

Asegúrese de informales acerca de los problemas que haya en su casa que puedan afectar el aprendizaje de su niño, su concentración y su bienestar emocional, como por ejemplo:

  • Cambios en su salud o comportamiento.
  • Desacuerdos entre los padres acerca de sus necesidades y programas educativos.
  • Estructura familiar, incluyendo custodia compartida, padres solteros u hogares no tradicionales, si usted cree que afectan a su niño.
  • Rivalidad entre hermanos – los hermanos pueden discutir o pelearse porque creen que los otros hermanos reciben más atención de los padres o deben cumplir con reglas diferentes.
  • Las tradiciones y costumbres culturales de la familia, si cree que pueden afectar la crianza y educación de los niños, o la discapacidad de aprendizaje.
  • Las presiones del medio ambiente, incluyendo la falta de vivienda, los problemas matrimoniales, las enfermedades o muertes de familiares, la violencia doméstica, el abuso de sustancias, el abuso emocional o los problemas económicos.

Con un buen sentido de colaboración, no tema pedirle a los profesionales que hagan lo siguiente:

  • Utilicen palabras simples y no vocabulario técnico, de manera que usted pueda entender lo que le dicen.
  • Planificar citas de manera que alguien pueda acompañarlo – ya sea su esposo/a, familiar o amigo.
  • Solicite copias de informes escritos.
  • Pida sugerencias acerca de cómo solucionar problemas.
  • Pregunte cómo puede ayudar a su niño en la casa.
  • Pida recomendaciones y referencias donde pueda encontrar información y apoyo.

Algunas razones por las que hay que seguir intentando cuando se interrumpe la comunicación.

Obtener ayuda para su niño puede ser un proceso complicado y lleno de emociones. Por este motivo, es inevitable que haya malos entendidos o falta total de comunicación entre usted y otros adultos que trabajan con su niño. Aunque se frustre mucho, recuerde que existen muchas buenas razones por las que vale la pena dejar las emociones de lado y volver a intentar.

Si por ejemplo usted está disgustado con la conducta de un maestro, y no se comunica con él/ella por mucho tiempo, usted podría llegar a provocar algunas consecuencias involuntarias, como por ejemplo:

  • Poner al niño “en el medio”. Al no hablar con los maestros, quizás fuerce a su niño a que sea él o ella quien tenga que explicarle a los maestros los motivos por los que usted no se ha comunicado con ellos.
  • Perder la oportunidad de expresar regularmente sus sentimientos y preocupaciones acerca de los problemas de su niño.
  • Perder la posibilidad de colaborar de manera oportuna con los maestros, para resolver los problemas que puedan afectar el rendimiento de su niño en la escuela.
  • Aumentar las posibilidades de que “pasen por alto” las valiosas tareas que contribuyen a que el niño desarrolle habilidades, debido a que usted y los maestros no tienen un sistema “fluido” para vigilar cómo hace las tareas.
  • Permitir que el maestro piense que la falta de comunicación es una señal de que usted ya no quiere ayudar a su niño, lo que puede afectar negativamente lo que el maestro espera de su niño.

Por todas estas razones, puede valer mucho la pena, tratar de reparar la comunicación con otros adultos que juegan un papel importante en ayudar a su niño, incluso si usted cree que la falta de comunicación no es por su culpa.

Cómo encontrar apoyo en la comunidad

Los niños con dificultades de aprendizaje tienen más posibilidades de triunfar en la escuela cuando los padres reciben apoyo de las organizaciones de base comunitaria que proporcionan servicios a familias con necesidades especiales, como las organizaciones que prestan servicios humanos y de defensoría. Algunos sitios donde puede encontrar este tipo de ayuda incluyen:

  • Consejería y grupos de discusión familiar en centros religiosos o médicos.
  • Clases, talleres y eventos públicos en museos.
  • Clases de música, artes visuales o teatro en grupos de teatro o en organizaciones culturales.
  • Actividades, deportes y clases de artesanía en parques, centros de esparcimiento, en la YMCA o YWCA.
  • Programas de alfabetización y recursos en bibliotecas.
  • Oportunidades para hacer amigos en nuevos entornos a través de organizaciones como Big Brothers/Big Sisters u organizaciones de exploradores.
  • Oportunidades para aprender nuevas habilidades a través de programas de mentores/tutoría y otros programas voluntarios.
  • Ayuda con las tareas escolares de centros de aprendizaje, club de tareas, y tutores, disponibles en las escuelas o de manera privada.

Resumiendo todo lo dicho

Para criar con éxito a un niño con discapacidad de aprendizaje, deberá ser creativo. Trate de no llenarse de enojo, resentimiento, desesperanza, ni de otros sentimientos negativos, y no pierda energía discutiendo lo injusto de la situación. Concéntrese en formar un equipo que ayude a su niño a lograr el éxito. Mantenga abiertas las líneas de comunicación y asegúrese de que su niño se mantenga informado y de que participe. Con la ayuda de la familia, la escuela, la comunidad y otros profesionales, los niños con dificultades de aprendizaje pueden alcanzar el éxito.