La primera reunión del año escolar entre la maestra y los padres les brinda una gran oportunidad a tú y a la maestra de tu hijo de intercambiar opiniones e información sobre tu hijo. En esta reunión, puedes desarrollar una buena relación con la maestra y presentarte a tí mismo como un integrante del equipo encargado de la educación de tu hijo. Si tu hijo tiene una discapacidad de aprendizaje, o por sus siglas DA (en inglés, Learning Disabilities o LD) y recibe servicios especiales de educación, es esencial que aprovecha la reunión con la maestra de educación general, lo mejor posible. Debido a que las maestras programan una duración máxima de 30 minutos para cada reunión, planear por anticipado puede ayudarte a maximizar los beneficios de la experiencia.

El proceso de planeamiento

Es posible que te hayas reunido con la maestra de tu hijo cuando comenzó el año escolar. Para cuando la reunión se lleve a cabo, es posible que hayan transcurrido varias semanas; lo que significa que tanto tú, como tu hijo y la maestra deben tener una mejor idea de las dificultades y de los talentos de tu hijo. ¿Cómo puedes organizar sus comentarios y preocupaciones? Aquí tienes algunos factores para tener en cuenta.

Reunir información

Idealmente, tú comenzarás a prepararte durante las primeras semanas del año escolar. ¿A qué debes prestar atención?

  • Pídele a la maestra que te dé información sobre el programa de estudio, cómo asigna y evalúa ella las tareas y cuál es su método de enseñanza.
  • Controla la tarea escolar de tu hijo. ¿Qué está asignando la maestra? Revisa que las tareas de tu hijo estén correctas y completas. Trata de hacerlo incluso si él hace los deberes con un tutor o un instructor.
  • Busca patrones en las tareas escolares de tu hijo. ¿Qué temas (como por ejemplo, matemáticas o lectura) parecen más difíciles? ¿Algunas tareas (como por ejemplo, escribir o resolver problemas de matemáticas) son más difíciles que otras? Anota ejemplos de:
  • problemas que sigue arrastrando de los años escolares anteriores.
  • cualquier nueva dificultad que tú ve que está apareciendo.
  • mejoras en áreas que solían ser difíciles.
  • Presta atención a lo que tu hijo dice sobre sus tareas escolares, así como a su relación con su maestra y compañeros de clase. Frecuentemente los niños con discapacidades de aprendizaje tienen problemas para expresarse en forma clara, así que sé paciente y ayúdalo a explicar sus experiencias positivas y sus problemas. Pregúntale cuáles considera que son los puntos más importantes para hablar en la reunión. Eso te ayudará a ver las cosas desde su perspectiva.
  • Nota cualquier modificación en el salón de clase y de técnicas que usaron sus maestras anteriores para ayudarlo a tener éxito.

Organiza y establece prioridades

Da la lista de preocupaciones y observaciones que tú creaste:

  • Selecciona los puntos más importantes para hablar con la maestra.
  • Ordena tus preocupaciones según las prioridades así estará seguro de poder hablar sobre los temas más importantes antes de que “se acabe el tiempo” de la reunión.
  • Resume tus mayores preocupaciones, anótalas en un papel y llévalo a la reunión.

Averigua quién brinda los comentarios

Al menos una semana antes de la reunión, pregúntale a la maestra si se incluirán comentarios de otros educadores. Por ejemplo, si tu hijo:

  • está recibiendo educación especial, ¿cómo dará su informe la maestra de educación especial?
  • parece tener problemas en la escuela al relacionarse con adultos o estudiantes, ¿hay algún miembro del personal de la escuela (consejero o asistente de salud mental) que dará su opinión?
  • toma clases de arte, música o deportes, ¿comentarán estas maestras y entrenadores sobre su capacidad, talento y progreso en esas áreas?

Al pedir la opinión de varias personas, será más fácil para tú y para la escuela ver a tu hijo como una persona “completa”, con sus virtudes y sus necesidades.

Ten perspectiva

A medida que se acerque la fecha de la conferencia, recuerda que es una oportunidad para que tú y la maestra colaboren. Recuerda que tú eres el experto sobre tu hijo, mientras que la maestra es la experta en la enseñanza a los niños del grado de tu hijo. Ambos concurrirán a la reunión con ideas y opiniones. También recuerda que la colaboración algunas veces requiere compromiso; el equilibrio entre las ideas con frecuencia resultará en lo mejor para tu hijo.

Durante la conferencia entre padres y maestros

Ahora, tú estás listo para reunirse con la maestra. Aquí hay algunas guías para tener en mente durante la reunión:

  • Deja que la maestra “lidere” la reunión. Sé amistoso, abierto y está agradecido de las cosas positivas que ella hace por tu hijo.
  • Permite a la maestra expresar sus puntos de vista, pero asegúrate de que se discutan tus preocupaciones principales. Debe ser un intercambio de opiniones. Escucha a la maestra antes de hacer pedidos o dar sugerencias finales. Lo que ella diga (nueva información, opiniones o ideas) puede alterar el enfoque que tú tomes.
  • Para aquellas preocupaciones sobre las cuales tú y la maestra estén de acuerdo, pregúntale cómo pueden trabajar juntos. Por ejemplo, si tu hijo tiene problemas para organizarse, pregunta a la maestra cómo planea ayudar a tu hijo. Si ella ofrece crear una hoja de asignaciones con fechas de vencimiento para hacer un seguimiento de los deberes y los proyectos, tú puedes ofrecer ayuda a tu hijo para que marque en un calendario en tu casa y entrenarlo para que lo revise diariamente o semanalmente.
  • Si aún no lo hizo, pregunta a la maestra cómo (y con qué frecuencia) estarán en comunicación. ¿Se comunicarán diariamente, semanalmente o sólo cuando sea necesario? ¿Te comunicarán por notas, teléfono, correo electrónico o en persona? Al hacer estos acuerdos está dejando en claro que tú eres un integrante del equipo dedicado a la educación de tu hijo. Planear una comunicación de ida y vuelta durante el transcurso de todo el año escolar, también te puede servir de ayuda a tú y a la maestra.

En casa, luego de la reunión entre padres y maestros

Ya sea que tu hijo haya participado o no en la conferencia, es útil sentarte con él el mismo día para hablar sobre lo ocurrido. Dependiendo de su edad y del nivel de madurez, quizás necesite ayuda para entender cuáles fueron los problemas (y las soluciones) que se trataron. La mayoría de los niños quieren tener una idea clara de qué se espera de la maestra, de los padres y, lo que es más importante, lo que se espera de él. Asegúrate de resaltar sus virtudes cuando hables de sus problemas. ¡”Resuma lo ocurrido con tu hijo”! Esto lo hará sentir seguro de que tú, la escuela y él pertenecen al mismo equipo.