No te lo tomes personal: a diferencia de los estudiantes de escuela primaria, a quienes les emociona que sus padres visiten el aula de clases o los acompañen en las excursiones de la escuela, es habitual que los niños de escuela intermedia y secundaria intenten evitar que sus padres vayan a la escuela. Sin embargo, la participación de los padres es importante para el éxito académico de los adolescentes. Las investigaciones demuestran que la participación de los padres se encuentra asociada al éxito tanto en la escuela primaria como en grados superiores.

Es probable que tu estudiante de escuela intermedia esté pasando de aprender en un aula independiente con un grupo fijo de compañeros y un único maestro, a un entorno con más de un maestro, un número mucho mayor de estudiantes y expectativas más altas en cuanto al desempeño académico. Además, tu hijo está atravesando los cambios físicos que hacen de la adolescencia una época emocionante y confusa. Básicamente, necesita tu apoyo tanto en la escuela como en el hogar. A continuación, te explicamos cómo lo puedes ayudar.

Lee información sobre el currículo y las políticas de la escuela

Generalmente, a principios del año escolar, las escuelas envían esta información a casa. Muchas veces también está disponible en español. Puede que apliquen penalizaciones severas a los niños de mayor edad que tengan un comportamiento arriesgado y desafíen la autoridad. Infórmate sobre lo que las escuelas permiten y lo que no, desde el código de vestimenta hasta las inasistencias. Además, toma en cuenta que los requisitos curriculares son muy importantes para inscribirse en la escuela secundaria. Verifica las clases de inglés, ciencias y matemáticas en las que tu hijo está inscrito. Si no estás seguro, habla con el maestro y el consejero de la escuela para asegurarte de que estas clases sean desafiantes y encaminen a tu hijo hacia clases de preparación universitaria en la escuela secundaria.

Asegúrate de estar suscrito al boletín escolar por correo electrónico o únete a una red de padres

¿Sientes que otros padres están mejor informados que tú? Podría haber una explicación muy sencilla: no estás suscrito al boletín de la escuela que informa sobre reuniones importantes, actividades, requisitos y más. Si no estás suscrito, pregunta en la oficina de la escuela o consulta con la Asociación de Padres y Maestros (PTA, por sus siglas en inglés) o con la Organización de Padres y Maestros (PTO, por sus siglas en inglés). Podría estar disponible en español, y si no lo está, suscríbete a la versión en inglés e intenta traducirla en casa. Algunas escuelas también cuentan con redes de padres hispanohablantes o contratan traductores. La oficina principal de la escuela debería poder ayudarte a suscribirte a boletines y a conectarte con la PTA o la PTO.

Ayuda a tu hijo a convertir sus inseguridades en acciones positivas

Es posible que tu preadolescente no te diga que está nervioso ante la transición a una nueva escuela, pero eso no significa que no lo esté. Revisa las normas y horarios de la escuela junto a él. Sugiérele a tu hijo y a un compañero de clases que visiten la escuela durante las vacaciones de verano, de manera que puedan memorizar los nombres y ubicaciones de las instalaciones.

Asiste a eventos escolares y opina sobre las clases a las que debería inscribirse

Mantenerte informado sobre los requisitos para solicitar admisión a la universidad (sí, desde ya, porque las clases que tu hijo curse en la actualidad afectarán las que podrá cursar más adelante) puede ayudarte a hacerle entender a tu hijo los efectos a largo plazo de sus elecciones académicas. Nota: Esto es especialmente importante para las clases de ciencias y matemáticas.

En cuanto comiencen las clases, habla con tu hijo sobre su día a día en la escuela

En ocasiones, una charla casual en el auto o mientras disfrutan de algún refrigerio nocturno ayudará a que tu hijo se sienta más cómodo al expresar lo que siente, a diferencia de si lo interrogaras cuando llegue (o cuando tú llegues) a casa tras una ardua jornada. Para evitar que la conversación llegue a un punto muerto, procura no hacer preguntas que puedan responderse con un “sí” o un “no”. “¿Qué fue lo mejor/lo peor que te pasó hoy en la escuela?”, podría ser una buena forma de iniciar la conversación.

Escucha lo que le preocupa a tu hijo, y esfuérzate en lograr un cambio cuando lo creas necesario

Apoya lo que consideres positivo de la escuela y de sus normas. Sin embargo, recuerda que puedes cumplir un papel fundamental en modificar prácticas escolares que consideres injustas. Existen un sinfín de ejemplos de padres que han trabajado para crear escuelas más prósperas, más seguras y que respondan de forma más eficaz a las necesidades de todos los estudiantes (enlace en inglés).

Conoce a varios maestros

Los maestros pueden ser una gran fuente de información sobre el desempeño de tu hijo, sobre todo teniendo en cuenta que los estudiantes de escuela intermedia no son tan comunicativos respecto a los problemas escolares. La mayoría de maestros proporcionan una dirección de correo electrónico y reservarán tiempo para reunirse contigo en caso de que haya algún problema con tu hijo a nivel académico o personal.

No te olvides de los consejeros

Estos pueden (¡y deben!) mantenerte informado sobre el progreso y conducta de tu hijo. Hazle saber al consejero académico que quieres que tu hijo se gradúe con la preparación académica necesaria para una carrera universitaria de 4 años. Pídele al consejero que te explique sobre los grupos específicos a los que los estudiantes son asignados según su rendimiento académico y cuáles son las clases de ciencias y matemáticas más importantes que tu hijo necesitará para estar listo para la universidad.

Incentiva a tu hijo a explorar nuevos deportes, aficiones e intereses

Ayuda a que tu hijo vea el fracaso como una parte necesaria de aprender y madurar. No es de extrañar que los estudiantes a esta edad eviten realizar nuevas actividades por miedo al fracaso. Sin embargo, esto los priva de la oportunidad de desarrollar nuevos intereses y formas de alcanzar el éxito.

Mantente alerta ante señales de depresión o ansiedad y busca ayuda

Lee Understanding Depression (Entendiendo la depresión) en KidsHealth.org para conocer más sobre el tema.

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