Uno de cada cuatro niños en edad escolar se cuida a sí mismo después del horario escolar, lo que es un gran cambio desde los días en que la mayoría de las mamás trabajaban en el hogar.

De hecho, la desconexión entre las restricciones como padres de familia y las horas de escuela ha traído como consecuencia un tipo especial de ansiedad: “estrés de padres después de clases.”

Estrés de padres después de clases

En el año 2004, los doctores Rosalind Barnett y Karen Gareis de la Universidad de Brandeis encontraron que los padres que trabajan fuera de casa con frecuencia se preocupan por sus hijos entre las 3 y las 6 de la tarde, especialmente si no tienen quién les cuide a sus hijos después de clases, o si son los hermanos mayores los encargados de cuidar a los menores.

Este fenómeno, que ellos llamaron “estrés de padres después de clases,” es todavía mayor en lugares donde los padres tienen que recorrer grandes distancias para ir a su trabajo o cuando tienen horarios de trabajo largos o no flexibles.

Una forma segura para aliviar el estrés de padres después de clases es ofrecer a los padres programas de calidad para los niños después de la escuela. Un buen programa mantiene a los niños pequeños seguros y a los niños mayores fuera de problemas. También los puede motivar y envolver en actividades divertidas, ya que de otra manera estuvieran viendo demasiada televisión o permaneciendo inactivos o aislados durante toda la tarde.

Diez características de un buen programa después de clases

¿Cómo saber si un programa después de clases es adecuado, bueno o muy bueno? Muchas organizaciones, como la campaña de seguridad de Baltimore (Baltimore’s Safe and Sound Campaign), la Academia Nacional de Programas de Educación Preescolar (the National Academy of Early Childhood Programs), la Asociación Nacional Después de Clases (National Afterschool Association) y la YMCA, tienen normas para evaluar los programas después de clases. GreatSchools ha recopilado esta lista de estos y otros grupos.

1. Personal entrenado en desarrollo del niño.

El personal debe ser de una edad apropiada y estar entrenado en desarrollo del niño, educación preescolar y recreación.

2. Muchos bocadillos y bebidas saludables.

Debe haber siempre fruta fresca y verduras, pocas galletas y golosinas, y una variedad interesante de otras comidas.

3. Una variedad de actividades.

Debe haber una amplia gama de actividades, como deportes, cocina, artesanías, paseos y ayuda con su tarea.

4. Un horario balanceado y bien planificado.

El horario de actividades debe estar balanceado, planificado desde antes, y disponible a los padres. Debe de incluír actividades dentro y fuera del salón, con un buen balance de actividades activas y de reposo. Más aún, debe haber un balance entre actividades iniciadas por los niños (tiempo libre) y actividades iniciadas por el personal.

5. Personal cortés y amigable.

Observe la interacción del personal con los niños. El personal debe ser cortés y amigable con los niños y los padres, y debe interactuar con frecuencia con los niños.

6. Técnicas positivas de dirección de niños.

El personal debe usar técnicas positivas para dirigir a los niños, como redirigir el interés de los niños en lugar de simplemente decir “no.” Esto toma más tiempo y energía por parte del personal, pero resulta en un mejor clima emotivo en el programa. Otras técnicas positivas incluyen animar a los niños constantemente y felicitarlos por sus logros.

7. Información del programa disponible.

Los padres deben recibir información sobre la filosofía del programa y los procedimientos de operación cuando ellos la pidan. La información debe incluír las horas de operación, costos, normas sobre enfermedades, reembolsos, y una lista de días de fiesta en que el programa estará cerrado.

8. Proporción adecuada de personal.

La cantidad de trabajadores por estudiante debe conducir a una buena supervisión. La proporción varía de acuerdo a la edad de los niños, pero normalmente debe ser de un adulto por cada 10 a 15 niños. Además, el personal debe estar bien organizado y no variar demasiado.

9. Areas quietas para los niños.

Debe haber suficientes áreas privadas adentro y afuera para que los niños puedean estar tranquilos o en silencio cuando lo deséen.

10. Tiempo dedicado para las tareas.

Debe haber tiempo y lugar donde los niños puedan hacer su tarea. Una buena ayuda con la tarea es importante y puede ser provista de diferentes maneras, como por ejemplo:

  • Dar incentivos, como calcomanías o premios al terminar la tarea.
  • Personal que trabaje con los mismos niños en forma regular.
  • Personal entrenado para dar tutoría en varias materias.
  • Una buena relación entre el personal y la escuela, lo que se logra más fácilmente cuando el programa se lleva a cabo en la escuela.

 

Programas después de clases para adolescentes

De acuerdo a un estudio reciente llamado “America después de las 3 p.m.,” puesto en servicio por la Alianza Después de Clase y por el Fondo JCPenney Después de Clase, los estudiantes de escuela intermedia son los que más necesitan de la ayuda de estos programas después de clases, pero solamente el 6% asiste a ellos.

“Los programas de escuela intermedia son muy diferentes a los de escuelas primarias,” dice Peter Howe, jefe operativo de la Asociación Nacional Después de Clases. “Las cosas que les interesan son diferentes a las de los niños en escuela primaria.”

“Estos jóvenes pueden tener la oportunidad de decidir y hasta tener las llaves de su casa,” dice Howe. “Ellos pueden escoger irse a su casa si desean hacerlo. Hay que saber sus necesidades, tener buen entrenamiento del personal, y saber preparar el programa.”

Los estudiantes de preparatoria, aunque se pueden cuidar a sí mismos después de clases, también pueden beneficiarse tremendamente con estos programas. El tiempo entre las 3 y las 6 de la tarde son las horas en que suceden más crímenes juveniles, accidentes automovilísticos y abuso con alcohol, drogas y sexo. Una encuesta reciente de más de 1,000 personas encargadas de hacer respetar la ley encontró que ellos consideraron los programas después de clases como la herramienta principal para reducir el crimen entre jóvenes, aún más importante que contratar a más policías.

Dónde encontrar programas después de clases

El proveedor más grande de estos programas es el sistema de escuelas públicas. “Muchos programas después de clases se llevan a cabo en las mismas escuelas debido a que es ahí donde hay más recursos disponibles,” dice Yvonne Guzmán, una ejecutiva e investigadora de la Alianza Después de Clases. Otros proveedores son YMCA, organizaciones religiosas, clubes de niños y niñas y escuelas privadas.

Cómo comenzar un programa si no existe uno en su comunidad

Una clara escasez de estos programas en toda la nación significa que todos los padres dedicados, las escuelas, los oficiales electos y las corporaciones deberían de unirse en un esfuerzo para remediar esta sistuación. Si no hay programas en su comunidad, o si los que hay ya tienen el cupo lleno, no se desanime. Junte todas sus energías, organize a otros padres, y comience su propio programa.

“Obtenga una idea de lo que su comunidad necesita,” aconseja Yvonne Guzmán, de la Alianza Después de Clases. “Investigue sobre las diferentes ayudas económicas que están disponibles a los padres.”

La Alianza Después de Clases ofrece un documento que puede ayudar, con consejos sobre cómo encontrar o comenzar un programa de calidad y cuáles recursos le podrían ayudar.

El futuro de los programas después de clases

El panorama actual es un montón de iniciativas locales, sin un esfuerzo central de organización nacional. “Es una situación particular de escuela a escuela,” dice Yvonne Guzmán. “Es un esfuerzo incompleto y varía de acuerdo al interés de la comunidad.”