A la mayoría de niños pequeños les encantarán las actividades de matemáticas presentadas a continuación, como contar objetos o participar en juegos matemáticos sencillos, pero en el caso de muchos otros niños, la afinidad natural hacia los números comienza a desaparecer a medida que los niños avanzan en la escuela y las clases de matemáticas se vuelven más desafiantes. En cuanto un niño comienza a sentirse mínimamente intimidado por las matemáticas, esto puede desencadenar un ciclo de evasión, bajo rendimiento y ansiedad. Las niñas son especialmente vulnerables porque los estereotipos respecto a las matemáticas comienzan a una edad muy temprana: las investigaciones demuestran que a partir del segundo grado tanto niños como niñas expresan la idea de que las matemáticas son para los niños y no para las niñas.

Como padre, puedes incentivar a tu hijo (independientemente de su género) a apreciar y, por supuesto, disfrutar las matemáticas presentándole los números desde pequeño y tratándolos como una parte intrigante de la vida cotidiana.
Los siguientes consejos de matemáticas para todos los grados reforzarán los conceptos que tu hijo está aprendiendo en la escuela y lo ayudarán a desarrollar y hacer crecer su amor por las matemáticas.

Consejo para las matemáticas del kínder: materiales manipulativos para merendar

En el kínder, los niños son introducidos a una amplia gama de conceptos básicos de matemáticas. Tu hijo aprenderá a reconocer números, contar objetos y entender secuencias numéricas (por ejemplo: que el 5 va después del 4 y el 10 antes del 11). Además, aprenderá las formas básicas y cómo identificarlas en el mundo que le rodea (por ejemplo: “Mi cama es un rectángulo. El sol es un círculo”).

Haz lo siguiente: Recolecta una variedad de comestibles pequeños, como pasas, nueces, frijoles secos, galletas, uvas, cerezas o cualquier cosa que tengas a la mano, y pídele a tu hijo que los separe en cuencos pequeños. Posteriormente, haz que cuente tres de cada artículo sobre una superficie vacía. ¿Cuántos artículos hay en total? ¿Cuántos habrá si agrega dos más de cada artículo? ¿Y si se come dos? Asegúrate de que el juego sea sencillo y divertido (¡permítele comer lo que quiera!). Síguele la corriente a tu hijo; puede que quiera formar una cara con los artículos, dividirlos a su gusto o apilarlos como una torre. Incentívalo a contar los objetos mientras juega, pregúntale sumas y restas sencillas y explícale secuencias numéricas. El objetivo del juego es simple: divertirse con los números de manera práctica y deliciosa.

Consejo para las matemáticas del primer grado: moldear sensaciones

En primer grado, tu hijo afinará su “sentido numérico”, su entendimiento de que los números representan cantidades y que usamos los números para calcular “cuánto”, bien sea contando cuántas galletas quedan en el frasco o cuántos niños quiere invitar a su fiesta de cumpleaños. Otras habilidades de matemáticas de primer grado son: dominar la suma y la resta hasta el 20, entender el valor posicional de unidades y decenas y desarrollar una comprensión más sofisticada de las figuras geométricas.

Haz lo siguiente: Haz plastilina con tu hijo (encontrarás recetas sencillas en internet). Pídele a tu hijo que mida los ingredientes y que diga la diferencia entre una cucharada y una cucharadita, entre media taza y una taza entera. Cuando la plastilina esté lista, ayuda a tu hijo a cortarla en formas geométricas básicas: cuadrados, triángulos, rectángulos y círculos. Haz que tu hijo identifique las distintas formas y hazle preguntas sobre las diferencias que tienen entre sí: ¿Cuántos lados tiene un triángulo? ¿Cómo sabes que es un cuadrado y no un rectángulo? ¿En qué se diferencia el círculo de las otras figuras? Posteriormente, déjalo aplastar todas las figuras para formar un amasijo con el que pueda hacer sus propias creaciones. (Para darle un toque delicioso, crea las figuras con masa para galletas).

Consejo para las matemáticas de segundo grado: locura por el dinero

¡Llegó la hora de los números grandes! Tu hijo aprenderá sobre el valor posicional de las centenas y de las unidades de mil. Además, aprenderá a sumar y restar números hasta el 100; a contar de 5 en 5, de 10 en 10 y de 100 en 100 y a calcular las unidades de medición estándar como pulgadas, pies, centímetros y metros.

Haz lo siguiente: Crea una tienda de objetos enlatados, juguetes, libros y otros artículos del hogar (o cualquier otra cosa que tu hijo quiera incluir). Consigue dinero de juguete (o asalta la caja del juego Monopoly) y escribe etiquetas sencillas con los precios. (Para facilitar las sumas y las restas, usa cifras redondas como $1, $5, $20). Posteriormente, deja que tu estudiante de segundo grado muestre sus mejores dotes de comerciante. (Consejo: Asigna precios altos a los objetos de manera que tu hijo tenga que hacer sumas y restas más complejas). ¿Cuánto costará comprar una lata de sopa de $2 y un peluche de $15? ¿Cuánto recibirá de cambio si te paga con un billete de $20? ¿Y si solo tiene un billete de $50? Alternen de rol entre cajero y cliente e inviten a un amigo para aumentar la diversión. Para hacerlo aún más divertido: A la hora de la merienda, abre una cafetería y “vende” manzanas, palitos de queso, limonada y uno que otro dulce.

Consejo para las matemáticas de tercer grado: guerras de matemáticas

Las tablas de multiplicar son un componente fundamental de las matemáticas de tercer grado, y ya que serán un pilar básico para las matemáticas a partir de este punto, este es el momento de asegurarte de que tu hijo se aprenda las tablas. (Haz clic aquí para imprimir una tabla de multiplicar para tu hijo). Este año, aprenderá a multiplicar y dividir números hasta el 100. Además, aprenderá sobre fracciones sencillas, a clasificar figuras geométricas y conocerá el concepto de área y perímetro.

Haz lo siguiente: juega a la “guerra de multiplicaciones”, una variación del popular juego de cartas, para ayudar a tu hijo a aprender datos matemáticos. El primer paso es quitar del mazo las cartas con figuras. El As representa el número 1. Reparte las cartas de manera equitativa entre tu hijo y tú. Posteriormente, ambos jugadores colocarán una carta boca arriba. En la “guerra” normal, el jugador que tenga la carta con el número más alto gana la mano y se queda con las dos cartas. El jugador que tenga más cartas al final gana la partida. En esta versión, el jugador que diga el resultado de los dos números multiplicados se queda con las cartas. Por lo tanto, si tu carta es un tres y la de tu hijo un seis, el jugador que diga “18” gana la mano. Comienza despacio y dale tiempo a tu hijo para encontrar la respuesta antes de que tú la digas. A medida que empiece a aprender matemáticas más avanzadas, puedes volver a colocar las cartas con figuras en el mazo. Con tiempo y práctica, los cálculos de tu hijo serán cada vez más rápidos. Cuidado: ¡puede que incluso te supere a ti!

Consejo para las matemáticas de cuarto grado: lección de pizza

Este año, tu hijo aprenderá a multiplicar y dividir números cada vez más altos. Desarrollará un mayor entendimiento de las propiedades geométricas, incluyendo conceptos como “paralelo”, “perpendicular” y “simétrico”. Las fracciones también serán un tema central este año mientras tu hijo aprende sobre equivalentes, a sumar y restar con denominadores comunes y multiplicación de fracciones sencillas.

Haz lo siguiente: Ordena dos o tres pizzas pequeñas (o mejor aún, prepáralas en casa con tu hijo). La mayoría de supermercados venden la masa de pizza precocida o la corteza de pizza cruda, o si tienes más tiempo, prepara la pizza desde cero (si necesitas ideas para recetas, haz clic aquí). Deja que tu hijo elija los ingredientes y ayude con todos los preparativos. Cuando las pizzas estén listas, córtalas en distintos tamaños (corta una en ocho porciones, por ejemplo, una en diez porciones y otra en doce porciones) y úsalas para poner las matemáticas en acción. ¿Cuántas porciones tiene cada mitad de cada pizza? Si te comes un tercio de la pizza de 12 porciones, ¿cuántas porciones comerás? Posteriormente, usa las porciones de pizza para enseñarle a tu hijo sobre equivalentes. Por ejemplo, pregúntale “¿qué es más grande: 1/8 o 1/12; 2/10 o 5/10?”. Calcula también los ingredientes de la pizza. Por ejemplo, si tu pizza tiene cinco aceitunas por porción y tienes 10 porciones, ¿cuántas aceitunas hay en total? Invita a tus amigos y familiares a que se unan al banquete de fracciones.

Consejo para las matemáticas de quinto grado: aprendizaje en línea

En quinto grado, tu hijo debería ser capaz de sumar y restar fracciones automáticamente. Además, se iniciará en la multiplicación y división de fracciones simples, así como divisiones más complejas de dos cifras. Un elemento fundamental del quinto grado son los decimales: tu hijo aprenderá a sumar, restar, multiplicar y dividir decimales hasta las centésimas.

Haz lo siguiente: Es probable que a tu estudiante de quinto grado, que está en pleno desarrollo, le guste trabajar de manera independiente, así que refuerza sus habilidades valiéndote de recursos en línea con guías y ejercicios de matemáticas, de manera que tu hijo pueda trabajar por su cuenta. Algunos sitios web gratuitos son Khan Academy, que cuenta con miles de lecciones de matemáticas en video (así como de otras asignaturas) de la mano del mejor maestro en línea del mundo, Salman Khan. Sheppard software, WebMath.com, y Math.com ofrecen diversos juegos de matemáticas, problemas de práctica e información matemática para una amplia variedad de grados y niveles de habilidad. El “foro matemático” de Drexel University también brinda respuestas a preguntas matemáticas y actividades específicas para cada grado.

Explora estos sitios por tu cuenta y luego con tu hijo para comprobar si son de utilidad. Por supuesto, el trabajo en línea no es un reemplazo para las tareas, pero puede ayudar a tu hijo a practicar operaciones matemáticas, a responder preguntas, a complementar el aprendizaje del aula y a presentarle nuevos conceptos matemáticos al estudiante curioso.

Consejo para las matemáticas de la escuela intermedia: las matemáticas como actividad social

En la escuela intermedia, tu hijo aprenderá conceptos matemáticos cada vez más complejos. Incluso si entiendes el contenido que tu hijo está aprendiendo, puede que descubras que él no quiere que le ayudes directamente. Esto no significa que debas mantenerte al margen. Habla con tu estudiante de escuela intermedia sobre el contenido que está estudiando en clase, repasa su tarea con él y si en algún momento parece no estar entendiendo el material, incentívalo a hablar con el maestro. Comunícate tú mismo con el maestro y considera buscar ayuda adicional si tu hijo está teniendo problemas.

Haz lo siguiente: Participar en un club o círculo de matemáticas es una excelente forma de evitar que el interés de tu hijo por las matemáticas disminuya durante los años de la escuela intermedia y secundaria. (Los términos “club de matemáticas” y “círculo de matemáticas” suelen ser usados de forma intercambiable. En general, los clubes de matemáticas son grupos extracurriculares organizados en una escuela intermedia o secundaria y dirigidos por un maestro de matemáticas. Los círculos de matemáticas pueden ser organizados fuera de un entorno escolar y suelen ser dirigidos por un grupo rotativo de expertos en matemáticas). Los clubes y círculos de matemáticas no solo hacen que el aprendizaje sea más sociable y divertido, sino que los expertos aseguran que estos les brindan a los niños un mayor entendimiento de los conceptos matemáticos en comparación al que adquieren en el aula de clases. Descubre si existe algún club o círculo de matemáticas en la escuela de tu hijo o en el área donde vives. Si no hay club, consulta con los administradores de la escuela sobre la posibilidad de iniciar uno. Puedes obtener más información sobre clubes y círculos de matemáticas en los sitios web de American Mathematics Competition y National Association of Math Circles, dos fuentes de información y recursos que suponen un excelente punto de partida.

Consejo para las matemáticas de la escuela secundaria: conoce tus opciones

Las matemáticas de la escuela secundaria varían de año en año según el grado y nivel de habilidad de tu hijo, y es probable que involucren conceptos que estén más allá del conocimiento de los padres. Mantente lo más involucrado que puedas haciéndole preguntas a tu hijo sobre lo que está estudiando. Habla con el maestro si tienen dudas. Si tu hijo está teniendo problemas, no asumas que el problema se resolverá por sí solo. En la escuela secundaria, las clases de matemáticas avanzan más rápido, y lo que comienza como un pequeño malentendido puede convertirse rápidamente en un problema grave. Reprobar una sola prueba puede ser un duro golpe a la confianza de tu hijo y sin que te des cuenta de lo que ocurre, podría comenzar a perder su pasión por las matemáticas.

Haz lo siguiente: Mantente informado. La mayoría de escuelas secundarias ofrecen tutorías gratuitas o laboratorios regulares de matemáticas durante o después de clases. Infórmate sobre los recursos disponibles antes de que tu hijo necesite ayuda, de manera que puedas recurrir a ellos tan pronto surja algún problema. Puede que tu hijo se resista a quedarse después de clases para que le ayuden con las matemáticas porque le da vergüenza o porque simplemente no puede tolerar la idea (¿Qué estudiante de escuela secundaria quiere más horas de clases?), así que podría ser difícil convencerlo de que vaya la primera vez. Si va una o dos veces y ve la diferencia, estará más dispuesto a hacerlo la próxima vez. Dato adicional: buscar ayuda para un problema es una habilidad importante de autodefensa, ¡una que beneficiará a tu hijo tanto en la universidad como en su vida futura!

Si la escuela de tu hijo no ofrece tutoría o si no resuelve el problema, considera contratar a un tutor privado de matemáticas.