Los padres y los maestros reportan que aunque se supone que los niños con un TDAH no son capaces de prestar atención, existen muchas actividades y situaciones en las que parecen concentrarse, y hasta se concentran más que los niños que no están afectados por dicho trastorno. Si el TDAH es un problema centrado en prestar atención, ¿cómo puede esto ser posible? En este artículo, Sam Goldstein, Ph.D., explica esta paradoja.

Los problemas de mantener la atención no son la causa sino una de las consecuencias del TDAH. Si usted le da un rollo de monedas a un niño con TDAH y lo lleva a una sala de videojuegos, el niño “presta mucha atención.” De hecho, en algunos casos, los niños con un TDAH pueden mantener el interés en actividades como por ejemplo los juegos de computadora, por mucho más tiempo que los niños no afectados por este trastorno.

¿Por qué motivo el TDAH puede llevar a este fenómeno? La realidad es que los niños con TDAH sólo tienen problemas para prestar atención en algunas situaciones. Éstas son situaciones en las que ellos deben aumentar el auto-control y esforzarse para mantenerse atentos. Esas situaciones son repetitivas, no requieren esfuerzo, son poco interesantes y en general no las elige el niño. Cuando esas situaciones no proporcionan recompensas inmediatas, frecuentes, predecibles y significativas al ser completadas, los niños con TDAH tienen incluso más dificultades. Tenga en cuenta que todos nosotros tenemos dificultades para mantenernos atentos y esforzados en este tipo de situaciones.

¿Qué es lo que los niños no afectados hacen para funcionar durante este tipo de situaciones, que los niños con TDAH parecen incapaces de hacer? La respuesta es: Auto-regularse. La auto-regulación o auto-control deben existir en este tipo de circunstancias.

Los estudios de investigaciones han demostrado que cuando las tareas son interesantes y las recompensas son valiosas, los niños con TDAH prestan atención razonablemente bien. A medida que una tarea se vuelve más repetitiva, menos interesante y sólo ofrece un refuerzo o recompensa de acción tardía, los niños con TDAH pierden el enfoque y dejan de prestar atención más rápido que otros. Por lo tanto, no es que los niños con TDAH tengan algo que los otros niños no tienen. Lo que sucede es que los niños no afectados maduran más rápido en relación a una característica que los niños con TDAH tienen problemas en desarrollar – el autocontrol. De hecho, en los estudios de investigación, los niños con un diagnóstico de TDAH poseen una auto-regulación o auto-control similar a la de un niño 70% más chico. No es que su auto-control no se desarrolle, sino que se desarrolla a un ritmo mucho más lento.

El auto-control permite que los seres humanos piensen, planifiquen y se organicen para abrir una ventana por ejemplo, entre la experiencia y la respuesta en lugar de trabarse en una primera respuesta cuando nos vemos enfrentados con un problema, para poder separar el pensamiento del sentimiento, para poder considerar alternativas cuidadosamente y para mantener el esfuerzo y el enfoque, incluso ante situaciones de frustración o aburrimiento. Si bien el término clínico de la condición aún contiene la palabra “atención” e “hiperactividad”, los investigadores y profesionales siguen reconociendo que éstas son consecuencias de una demora o trastorno del desarrollo del auto-control. Incluso los padres de niños con TDAH reportan que hay muchas situaciones o actividades en las que sus niños parecen prestar mucha atención, incluso si tienen respuestas automáticas o impulsivas, cuando participan de dichas actividades.

A medida que siguen surgiendo las investigaciones científicas, al definir los problemas del desarrollo del auto-control como la deficiencia central del TDAH, también se está desarrollando una mejor comprensión acerca de su tratamiento. Los medicamentos que se usan para tratar el TDAH no necesariamente mejoran la capacidad de prestar atención. Aumenta el auto-control lo que lleva a un esfuerzo sostenido, enfoque, prestar atención, controlar impulsos y una mejor capacidad para controlar la actividad física. De hecho, los estimulantes no reducen la hiperactividad, pero estimulan un centro en el cerebro que los humanos usan para regirse y regularse a sí mismos. Es por este motivo que los estimulantes, como la cafeína, son populares en nuestra cultura, incluso los individuos no afectados pueden obtener pequeños beneficios para aumentar el auto-control.

Sin embargo, hoy reconocemos, que si bien los medicamentos estimulantes pueden disminuir los síntomas inmediatos del TDAH, los medicamentos por sí solos no parecen contribuir a un resultado positivo, a largo plazo en estos niños. Se están desarrollando programas para ayudar a los niños durante los años formativos a experimentar más oportunidades para aprender y desarrollar el auto-control, que es tan esencial y necesario para convertirse en un miembro productivo de la sociedad. En la actualidad, los programas que más me gustan fueron desarrollados por la doctora Myrna Shure. Nos referimos a ellos más adelante.