¿Qué tienen en común las lágrimas, las rimas, la narración y agarrar un lápiz?

No respondas. Imagina esta escena: un bebé de 18 meses tirado en el suelo, llorando porque se le perdió un globo. Ahora imagínate al mismo niño derrumbado en llanto porque se le escapó un globo de la mano ocho años después.

¿Cuándo pasa una rabieta de difícil a diagnosticable? Todos sabemos que el significado del comportamiento cambia radicalmente con la edad del niño. Pero cuando se trata de nuestros hijos, puede ser difícil verlo. Como padres, llenos de preocupación y amor por nuestros hijos siempre cambiantes, es fácil que nos quedemos estancados en un limbo de preguntas: ¿Eso es normal? ¿Debería estar haciendo eso? Su hermano nunca lo hizo… a lo mejor tiene un problema.

¿Cuál es el factor común de la lista anterior? Todos pueden ser indicios de que un niño tiene un problema de aprendizaje o conducta. Así lo afirma Steven E. Curtis, autor del libro Understanding Your Child’s Puzzling Behavior (Cómo entender el comportamiento desconcertante de tu hijo) (Greenleaf, 2008) y psicólogo clínico infantil, especializado en la evaluación y el tratamiento de niños con dificultades emocionales, de conducta, desarrollo y aprendizaje. Se ofreció a guiarme a través de las primeras señales y síntomas de una discapacidad de aprendizaje en niños desde preescolar hasta la secundaria.

GreatSchools: ¿Qué ocurre en la escuela intermedia? ¿Cuáles son las señales de que tu hijo puede estar teniendo dificultades con algo más allá de la enorme transición de la escuela primaria?

Curtis: Una señal importante es que no son capaces de manejar sus complicados horarios. En este momento tienen varios maestros, por lo que es el momento en que los niños con discapacidades de aprendizaje de repente tienen problemas de organización y para entregar sus tareas.

Con los niños con TDAH y TDA, empiezas a escuchar de problemas sociales. Lo mismo ocurre con el trastorno de Asperger, una forma sutil de autismo. Puedes notar que tu hijo tiene muchos problemas dentro y fuera del salón de clases. En la escuela primaria tienes unos maestros agradables y amables que pueden adaptarse al estilo de aprendizaje de tu hijo. En la escuela intermedia puede que no sean tan tolerantes si tu hijo no puede trabajar en grupo, por ejemplo, o no entiende los matices de la socialización o el lenguaje pragmático. Puede convertirse en un problema para ellos desde el punto de vista académico. Por supuesto, hay más política social, y ciertos niños pueden tener más dificultades con esas cosas. Se hace menos hincapié en “todos tenemos que llevarnos bien” que en la escuela primaria.

GreatSchools: ¿Realmente hay niños a los que no se les diagnostica hasta la escuela intermedia o incluso la secundaria?

Curtis: A veces veo a padres que han educado a sus hijos en casa o que niegan que algo vaya mal. A veces se trata simplemente de que el niño tiene problemas para hacer amigos.

A veces son los problemas más sutiles los que finalmente se hacen evidentes. Puede que los niños no hayan obtenido resultados tan bajos como para necesitar servicios [anteriormente], pero ahora tienen dificultades para escribir, organizarse y terminar las cosas a tiempo. De repente se encuentran bajo una montaña de trabajo que tienen que hacer.

En la escuela secundaria, a veces el desencadenante es el proceso de solicitud de ingreso a la universidad. Es difícil entrar a la universidad. Los chicos empiezan a perder interés por la escuela, se meten en drogas, y existe esta ansiedad en torno al ingreso en la universidad.

GreatSchools: ¿Ves a chicos de secundaria que acuden para ser evaluados?

Curtis: Sin duda. En realidad diagnosticamos a mucha gente durante su primer año de universidad.

En teoría, el primer año de universidad es más duro que la secundaria. Algunos chicos muy trabajadores dedican todas sus horas a estudiar y logran terminar la secundaria, pero luego la universidad es más dura de lo que pueden asumir. De repente se preguntan: ¿Tendré algún problema?

A veces se enteran de que procesan la información lentamente o de que no aprendieron fonética. Consiguieron descifrar el contenido a partir del contexto y se esforzaron mucho, pero no saben pronunciar o se darán cuenta de que no tienen las nociones básicas para tomar apuntes. Dirán: “Es difícil plasmar mis pensamientos en el papel”. Existen estos estudiantes brillantes que se esfuerzan y atraviesan la secundaria, pero la realidad es que tienen una discapacidad de aprendizaje.