Muchos adultos recuerdan haber tenido su primer novio o novia en sexto, séptimo u octavo grado. Algunos lo consideran un paso normal al entrar a la adolescencia (un rito de transición como el acné o ser avergonzado por los padres) pero podría ser momento de reconsiderar dicha creencia.

Resulta que el amor adolescente podría no ser tan inofensivo como parece. De acuerdo con investigaciones realizadas, involucrarse románticamente con alguien durante la escuela intermedia se encuentra vinculado con hábitos pobres de estudio e incluso deserción escolar, al igual que otras conductas como el consumo de drogas y alcohol. En comparación a los adolescentes que esperaron o salieron con alguien a temprana edad pero dieron marcha atrás en la escuela secundaria, aquellos que se habían involucrado en relaciones románticas desde temprana edad reportaron un consumo de drogas, tabaco y alcohol dos veces mayor y un índice de deserción escolar cuatro veces superior.

Pamela Orpinas, una investigadora de desarrollo infantil de la Universidad de Georgia realizó el alarmante hallazgo en el transcurso de un estudio longitudinal de siete años donde realizó un seguimiento a más de 600 niños de Georgia desde sexto hasta doceavo grado.

El efecto de las relaciones románticas en los estudios

Cada año, la investigadora realizaba una serie de preguntas sobre todo tipo de temas, desde hábitos para la realización de tareas hasta si habían probado marihuana. La pregunta principal, la cual consistía de una sola línea, era si el niño “había tenido novio o novia (alguien con quien salía o tenía una relación)” en los últimos tres meses. Además de recolectar las respuestas proporcionadas por los niños en la encuesta, Orpinas recolectó información de los maestros de los niños. Todos los años, los maestros calificaban las habilidades de estudio de los niños (tales como completar la tarea, leer capítulos asignados, ser organizado y realizar actividades que otorgan crédito adicional) como altas o bajas.

Su estudio, publicado en Journal of Research on Adolescence (enlace en inglés) en el año 2013, fue uno de los primeros en investigar la relación existente entre el desempeño académico e involucrarse en relaciones románticas a temprana edad y los resultados son bastante claros: “En el caso de los niños que reportan tener pocas o nulas relaciones románticas, los resultados de las evaluaciones del maestro fueron consistentemente superiores, y en el caso de los niños que reportan estar más involucrados en estas relaciones, los resultados de las evaluaciones del maestro fueron consistentemente bajas”.

Una pregunta que el estudio no abordó es si salir con alguien a temprana edad se encuentra asociado a factores de riesgo más amplios que desencadenan conductas problemáticas (como un bajo estatus socioeconómico) o si dicha actividad se encontraba vinculada a conductas problemáticas sin guardar relación con otros riesgos.

Aunque la mayoría de los padres no se sorprende al escuchar que el alcohol, los cigarrillos y las drogas son catalogados como conductas problemáticas, es probable que les resulte extraño escuchar que salir con alguien a temprana edad está en la misma lista. “Es un factor de riesgo”, indica Orpinas “y se encuentra asociado a otras conductas problemáticas”.

Para empezar, ¿qué significa “salir con alguien” en la escuela intermedia?

En el transcurso de su investigación, Orpinas dejó el significado de “salir con alguien” o “tener una relación” a interpretación de los niños. De acuerdo con la investigadora, la razón se debió en parte a que los niños de cada etapa y grado saben lo que dichos términos significan para ellos, y esto resulta más útil en encuestas cuyo propósito es reportar acciones del encuestado, en lugar de quedarse atascado en una definición. “Al final, se trata de algún tipo de relación romántica”.

En ese caso, las preguntas más importantes radican en qué significa a ciencia cierta salir con alguien y cuándo deberías comenzar a permitir que tu hijo lo haga. Por ejemplo, ¿qué hay de las supuestas relaciones que existen únicamente a través de mensajes de texto? Una tendencia denominada D8-ing en una historia del Wall Street Journal (enlace en inglés). ¿Dichas situaciones, donde los niños envían mensajes sin cesar pero a duras penas se dirigen una palabra el uno al otro, cuentan? Se trata de un área gris, pero si crees que los niños lo reportarían en la encuesta de Orpinas, es probable que sí cuenten. “Sin lugar a duda, es un área que debe ser investigada más a fondo”, afirma Orpinas, advirtiendo que cualquier actividad que se asemeje a una relación y consuma horas del tiempo de un estudiante de escuela intermedia representa una señal de alerta. “Una de las participantes reportó hablar por teléfono con su novio de 6 pm a 4 am”, recuerda Orpinas. Incluso cuando los niños se limitan a enviar mensajes, “los padres necesitan intervenir y ver cuánto tiempo están empleando”, afirma la investigadora.

¿Quieres saber la única forma verídica de descubrir lo que significa salir con alguien para tu hijo? Debes entablar dicha conversación con él.

¿Limitarse a prohibir las relaciones románticas hasta cumplir 16?

Desde el año 2003 hasta el 2009, mientras Orpinas recolectaba los datos de la encuesta y detectaba la conexión entre involucrarse románticamente a temprana edad y las habilidades precarias de estudio, admite que prohibió a su hija (quien ahora está en la universidad) salir con alguien hasta cumplir 16 años. “Para mi sorpresa, se sintió muy aliviada”, relata Orpinas. “Ya no tenía que lidiar con la presión social”. Orpina concluye que involucrarse en una relación romántica a temprana edad afecta negativamente el desempeño académico porque dichas relaciones suelen ser cortas, y cuando terminan, los niños siguen en la misma clase. La investigadora lo compara con los efectos colaterales emocionales que suelen surgir cuando los adultos se involucran con un compañero de trabajo.

Prohibir que los niños se involucren en una relación romántica hasta cumplir 16 años es una solución popular. Vic, un padre y maestro de escuela intermedia, afirma: “Salir con alguien se trata de aprender a establecer relaciones románticas estables”, pero los preadolescentes son sencillamente incapaces de lograrlo aún. “Los estudiantes de escuela intermedia necesitan estar aprendiendo a establecer una conciencia emocional estable de sí mismos”, indica. “Buscar pareja durante los primeros años de adolescencia tiene tanto sentido como fumar en una refinería de gasolina”.

Feona Sharhran Huff, madre de una chica de escuela intermedia, se sintió perturbada cuando un chico le pidió a su hija que saliese con él. “He observado los efectos emocionales que tener pareja genera en los hijos ( que están en escuela intermedia) de mis amigos”, relata. “Las chicas publican cosas (en Facebook) como ‘Lo amo, ¿pero por qué me trata así?’ y ‘¿Por qué no me llama?’”. Según Huff, dicha clase de pensamientos o emociones no es la que las chicas deberían experimentar a esta edad. Para el deleite de Huff, su hija rechazó al chico. “Yo quería llorar de alegría cuando me contó que le había dicho al chico que ella era demasiado joven y debía concentrarse en sus estudios”, relata.

O darle libertad

Sin embargo, limitarse a prohibir las relaciones románticas hasta años venideros podría no resultar sencillo o efectivo. Si las chicas alcanzan la pubertad a una edad más temprana, ¿está mal obligarlas a ignorar su desarrollo biológico? Además, ¿qué hay de los niños que aún así se involucrarán en relaciones románticas a tus espaldas?

Hay un lado positivo: a cierta edad, para algunos niños, establecer relaciones románticas buenas y sólidas resulta muy positivo. “Formar parte de una buena relación siendo un adolescente mayor o adulto joven representa un factor protector”, afirma Orpinas. Específicamente, los estudios demuestran que los niños de edades más avanzadas y con buenas calificaciones suelen buscar una pareja de posición académica similar, y dichos estudiantes suelen continuar exhibiendo un buen desempeño. Tras dedicar años a evaluar la mencionada investigación y emplearla como recurso informativo en su propio proceso de crianza, Orpinas ofrece el siguiente consejo: “Algunos niños sienten tanta presión por tener una relación que en realidad no quieren, que podrían necesitar que sus padres establezcan límites. Incentívalo a hacer amigos y conocerlos, indica Orpinas, en lugar de involucrarse en relaciones románticas”.

“Tener citas no debería ser un rito de transición”, señala. No a edades tan tempranas.

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