happy family

Nuestra visión

Cada niño recibe una educación de calidad que valora su identidad, habilidades y aspiraciones individuales.

Cada niño merece progresar en la escuela, independientemente de sus orígenes, identidad o estilo de aprendizaje. Idealmente, todas las familias tendrían acceso a excelentes opciones educativas y a abundante información escolar para apoyar las necesidades de aprendizaje particulares de sus hijos. Lamentablemente, en un sistema educativo complejo y lleno de inequidades, las mejores opciones no están disponibles para todas las familias (sobre todo aquellas que pertenecen a comunidades históricamente marginadas).

Debido a que la información entre estados y distritos puede variar, no existen datos consistentes y confiables, lo cual dificulta que las familias y entes educativos entiendan realmente cómo las escuelas están atendiendo a todos los estudiantes.

Creemos en el poder de la información procesable y de alta calidad para cambiar la realidad. Les brindamos a los padres, educadores, defensores y legisladores recursos respaldados por evidencia de manera que puedan tomar decisiones e impulsar mejoras que permitan una educación de calidad para todos los niños.

Nuestros valores

Todos los niños deben tener la oportunidad de progresar.
Los estudiantes necesitan aprender, desarrollar el conocimiento, desarrollar habilidades académicas y socioemocionales, y progresar año tras año. La educación debería inculcar un fuerte sentido de identidad en los niños y valorar sus habilidades e identidades individuales.

Los datos de resultados tradicionales no siempre reflejan la magnitud del esfuerzo que hacen las escuelas para contribuir al progreso de los niños.
Es posible e imperativo que aprendamos más sobre las prácticas excepcionales y equitativas que adoptan las escuelas. Creemos poder encontrarlas y fomentar una perspectiva ambiciosa en las escuelas y sistemas para lograr una comprensión más profunda del éxito que sirva de guía a la hora de aprender y tomar decisiones.

La transparencia genera confianza, y la confianza fomenta relaciones productivas entre las familias y las escuelas.
Las buenas relaciones entre las escuelas y las familias se encuentran fundamentadas en la confianza, y la confianza comienza con transparencia. Brindarles a las familias acceso a datos completos y desglosados desarrolla el conocimiento, expande el pensamiento y refuerza la comunicación positiva entre familias, educadores y escuelas.

Las perspectivas y experiencias de los estudiantes y las familias históricamente desfavorecidas son importantes.
Los efectos de la opresión, el racismo y prejuicio sistémico persisten hasta el día de hoy, con niños de comunidades históricamente marginadas que siguen enfrentando barreras injustas para alcanzar el éxito. Las voces de estos estudiantes y sus familias deberían elevarse para impulsar el cambio y exigir entornos de aprendizaje culturalmente sensible donde todos los niños se sientan validados y aceptados.

Los padres son poderosos agentes del cambio, pero necesitan apoyo de todo el sistema para generar un cambio permanente.
La información conduce a la acción, y la acción conduce al cambio sistémico. Brindándoles acceso a información escolar de confianza, creemos que padres, educadores, defensores y legisladores pueden tomar y tomarán medidas para apoyar oportunidades educativas de calidad y reducir las inequidades sistémicas.