Si tu hijo tiene entre 3 y 6 años y asiste a una guardería, al preescolar o al kínder, la National Association for the Education of Young Children (NAEYC) sugiere que busques estas 10 señales para asegurarte de que tu hijo está en un buen salón de clases:

  1. Los niños pasan la mayor parte de su tiempo jugando y trabajando con materiales u otros niños. No deambulan sin rumbo y no se espera que permanezcan sentados en silencio durante largos períodos de tiempo.
  2. Los niños tienen acceso a diversas actividades a lo largo del día. Fíjate si en el salón de clases hay bloques de construcción variados y otros materiales de construcción; accesorios para juegos de simulación; libros ilustrados; pinturas y otros materiales de arte y juegos de mesa como rompecabezas. Los niños no deberían estar haciendo todos lo mismo al mismo tiempo.
  3. Los maestros trabajan individualmente con cada niño, con grupos pequeños y con el grupo completo en diferentes momentos durante el día. No pasan todo su tiempo con el grupo completo.
  4. El salón de clases está decorado con obras de arte originales de los niños, su propia escritura con ortografía inventada e historias dictadas por los niños a los maestros.
  5. Los niños aprenden números y el alfabeto en el contexto de sus experiencias cotidianas. Las plantas y los animales, y actividades significativas como cocinar, tomar asistencia o servir refrigerios proporcionan la base para las actividades de aprendizaje.
  6. Los niños trabajan en proyectos y tienen largos períodos de tiempo (al menos una hora) para jugar y explorar. Las hojas de trabajo casi no se usan, y cuando se usan es por corto tiempo.
  7. Los niños tienen la oportunidad de jugar al aire libre todos los días. El juego al aire libre nunca se sacrifica por tener más tiempo de clase formal.
  8. Los maestros les leen libros a los niños individualmente o en grupos pequeños a lo largo del día, no solo durante el tiempo de lectura grupal.
  9. El currículo se adapta tanto para aquellos niños que están avanzados como para aquellos que necesitan ayuda adicional. Los maestros reconocen que los diferentes antecedentes y experiencias de los niños significan que no aprenden las mismas cosas al mismo tiempo ni de la misma manera.
  10. Los niños y sus padres están entusiasmados por la escuela. Los padres se sienten seguros al enviar a sus hijos al preescolar. Los niños están felices de asistir; no lloran frecuentemente ni se quejan de estar enfermos.

También pregunta si el programa del preescolar está acreditado por la NAEYC. Los programas acreditados por la NAEYC completan un riguroso estudio interno y una revisión externa para demostrar que cumplen con los estándares de excelencia en la educación de la primera infancia.