Si tu hijo alguna vez se ha lamentado: “¡No sé cómo estudiar para esta prueba!” durante la noche previa a un examen, te compadecemos. De igual manera, lo sentimos si posteriormente sugeriste de forma práctica que revisara sus apuntes, solo para encontrar una colección indescifrable de frases escritas a medias y con mucha prisa, chistes, letras de canciones y garabatos.

Tomar buenas notas no es una habilidad innata en los niños, ni siquiera en los buenos estudiantes. Para anotar los puntos más importantes de las lecciones, tareas de lectura o materiales de investigación, se requiere que los estudiantes evalúen, organicen y resuman la información. El método empleado para enseñar la toma de apuntes varía de acuerdo al maestro y la escuela, pero los padres pueden cumplir un papel importante en ayudar a los niños a desarrollar dicha habilidad tan importante, la cual necesitarán durante la escuela intermedia, secundaria y la universidad.

Jim Burke, un maestro de escuela secundaria de California, cuyo libro, The Reader’s Handbook (enlace en inglés), ofrece estrategias y herramientas para los estudiantes de la escuela secundaria, prefiere usar el término “hacer apuntes”, el cual define como el proceso de darle sentido a la información, en lugar del término “tomar apuntes”, el cual resulta más pasivo según el autor.

“Hacer apuntes”, explica Burke, consiste en “manipular la información para hacerla fácil de recordar”. Algunos estudiantes pueden lograr que la información sea más sencilla de recordar mediante la realización de resúmenes. Para estudiantes más visuales, usar distintos colores podría funcionar mejor. Burke proporciona el ejemplo de un estudiante que repasó sus apuntes de ciencia, utilizando resaltador rojo para identificar la sangre y azul para el oxígeno. En última instancia, tu hijo necesitará desarrollar un sistema para tomar apuntes que resulte efectivo para él, pero los siguientes consejos te ayudarán a darle una mano.

  1. Concéntrate en el propósito.

    “En ocasiones, tienes que sentarte y decir: aquí tenemos este capítulo entero. ¿Cómo decides qué es importante?, ¿con qué propósito usarás los apuntes?, ¿para una prueba?, ¿para escribir un informe?”, expone Burke. Conocer de antemano el propósito de los apuntes ayudará a tu hijo a determinar lo que resulta relevante y crear apuntes más efectivos para cuando llegue el momento de estudiar para una prueba o escribir un informe. “Los estudiantes que no toman buenos apuntes, no los usan”, afirma. “Pierden fe en el proceso”.

  2. Sé organizado.

    Todos los días, para cada clase, tu hijo debería comenzar una nueva página, ya sea un documento de Word, de Google o una página de cuaderno. Debería comenzar por indicar la fecha en la parte superior de la página. Enséñale a dejar un espacio entre los temas o ideas, de manera que luego pueda ojear la información con mayor facilidad.

  3. Usa taquigrafía.

    Enséñale a tu hijo a anotar palabras y conceptos clave en lugar de oraciones. Debería sentirse libre de usar abreviaciones y símbolos que tengan sentido para él, siempre y cuando sea consistente para anotar puntos clave. Algunos ejemplos incluyen “c/” para “con” o símbolos matemáticos tales como >, =, o un triángulo para indicar un cambio. Aquí puedes ver más abreviaciones y símbolos para tomar apuntes (enlace en inglés).

  4. Realiza una lectura previa antes de entrar de lleno y tomar apuntes.

    Muchos expertos les aconsejan a los estudiantes leer previamente el capítulo del libro, con el propósito de obtener una idea sobre el tema, en lugar de limitarse a entrar de lleno a la lección sin preparación previa. Los estudiantes pueden captar los temas principales al leer la introducción, subtítulos, gráficos, pies de foto, párrafos de resumen y preguntas de estudio al final. Obtener una perspectiva general ayudará a tu hijo a concentrarse en lo más importante a medida que comienza a tomar apuntes, en lugar de quedarse atascado en los detalles. A medida que lee, puede buscar respuestas a las preguntas de estudio con el propósito de adquirir el hábito de recordar dónde está ubicada la información y hacerse preguntas a sí mismo, acción que ha sido demostrada como uno de los mejores métodos para ayudar a las personas a recordar lo que aprenden.

  5. Revisar los apuntes de inmediato y con frecuencia.

    Los niños deben revisar los apuntes tomados de la lección poco después de que termine la clase, mientras la información sigue estando fresca, con el objetivo de asegurarse de que la misma sea precisa y completa. Enséñale a tu hijo a preguntarse a sí mismo: “¿Este era realmente el punto principal? De no ser así, ¿cuál era?”. Luego, tu hijo puede agregar cualquier detalle que recuerde como un punto clave o ejemplo principal si considera que le ayudará a aclarar la información o a recordarla posteriormente. Volver a leer los apuntes justo antes de comenzar a realizar la tarea de una asignatura en particular, también puede ayudar a tu hijo a centrarse en el tema a tratar.

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