Para que tu hijo esté saludable durante la temporada de gripe y resfriados, aquí damos cinco consejos sobre qué agregar y qué quitar de la dieta de tu hijo ahora mismo:

  1. Quita el azúcar

    El azúcar no es saludable por muchos motivos, pero ¿sabías que también es mala para el sistema inmune de tu hijo? Los carbohidratos simples que se encuentran en la glucosa, fructosa, sucrosa, miel e incluso el jugo de naranja suprimen la respuesta inmune de tu hijo hasta cinco horas. De acuerdo con el estudio de la Universidad de Loma Linda, estos azúcares simples reducen los glóbulos blancos, los cuales luchan contra los invasores bacterianos y virales.

  2. Agrega probióticos

    Los probióticos, también conocidos como “bacterias amigables” son microorganismos vivos beneficiosos que batallan contra los patógenos y las bacterias que producen toxinas en nuestros intestinos. Un estudio del 2009 en Madison, Wisconsin, con niños de 3 a 5 años descubrió que los niños desarrollaban resistencia a la gripe y el resfriado ingiriendo dos suplementos probióticos: lactobacillus acidophilus y bifidobacterium animalis subsp lactis. Las incidencias de fiebre en los niños se redujeron un 72 por ciento, la tos un 62 por ciento y los estornudos y la congestión nasal un 48 por ciento. Los niños que toman probióticos también perdieron aproximadamente 30 por ciento menos de días del kínder y su uso de antibióticos se redujo un 84 por ciento. Al igual que en el estudio, le puedes dar a tu hijo probióticos a través de suplementos (disponibles en la sección refrigerada de la mayoría de las tiendas de alimentos saludables), pero las fuentes de alimentación excelentes incluyen yogurt, kefir e incluso algunos tipos de kimchi; antes de comprar, lee las etiquetas para asegurarte de que contienen estas bacterias amigables.

  3. Agrega frutas y vegetales

    Las frutas y vegetales contienen una variedad de nutrientes que pueden ayudar a mantener fuerte el sistema inmune. Los alimentos de plantas de colores brillantes tales como papas dulces, zanahorias, naranjas, arándanos, brócoli y espinaca son buenas elecciones para luchar contra los resfriados.

  4. Quita el jugo de naranja

    Aunque las naranjas en sí mismas tienen una explosión de vitamina C, fibra y micronutrientes, cuando se exprimen para hacer jugo, el jugo de naranja tiene casi tanta azúcar como la Coca Cola (que solo tiene 2 gramos más de azúcar en la misma porción). Y el azúcar, como sabemos (ver #1) es un elemento prohibido cuando se trata de permanecer saludable.

  5. Añadir vitamina D

    Los resfriados y la gripe golpean con más fuerza en el invierno porque estamos privados del sol. Menos luz solar significa menos vitamina D. Numerosos estudios han descubierto que los bajos niveles de vitamina D incrementan el riesgo de infecciones respiratorias. Un artículo del American Journal of Clinical Nutrition dice que la vitamina D es incluso mejor que las vacunas para evitar la gripe.

  6. Añadir agua

    Mantén a tu hijo hidratado con ocho a 10 vasos de agua al día. El agua fortalece el sistema inmune del cuerpo transportando oxígeno a nuestras células, moviendo los nutrientes hacia nuestros tejidos y órganos y expulsando las impurezas tóxicas.

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