Los niños son espontáneamente muy creativos, pero puede resultar difícil conseguir que capturen esos pensamientos en papel. Si tu niño sienta algo y tú le digas, “¡Sé creativo!”, él se quedará congelados. Y cuando le dejas jugar y corretear, de repente se le ocurrirá las ideas más singulares y graciosas, una detrás de la otra. ¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a grabar sus pensamientos creativos en papel?

Intenta esto:Dale a tu hijo un cuaderno. Los niños no pasan de hablar, a imaginar, a escribir páginas con historias creativas instantáneamente. Una manera fácil de hacer la transición es de crearle el hábito de llevar un cuaderno (los cuadernos de composición vienen de todos los colores y con diferentes diseños) o tener uno siempre a mano.

Cada vez que a tu hijo de tercer grado se le ocurra una idea, recuérdale que la escriba en el cuaderno. Enséñale a tu hijo que sus ideas y memorias son valiosas y que las puede coleccionar, y que podrían resultar útiles en el futuro para tareas de redacción, ya sea las anote en un cuaderno de anotaciones de vivencias, un diario secreto, un libro de espionaje, etc.