Los niños sienten una fascinación inherente hacia los cuentos de hadas, probablemente porque estos contienen drama, aventura y, por lo general, un final feliz. Un cuento de hadas que incluya a los propios amigos y familiares del niño está prácticamente garantizado que captará su imaginación, y motivará incluso a los niños que aún no han desarrollado amor por la lectura a incursionar en el mundo de la narrativa.

El proyecto: un cuento de hadas protagonizado por tu hijo

Paso 1: Despierta su imaginación con algunas ideas fantasiosas

  • Lee en voz alta uno de los cuentos de hadas favoritos de tu hijo y pregúntale qué nombres usar para los distintos personajes (dando por supuesto que tu hijo será el héroe, naturalmente). Por ejemplo, tu hijo podría usar a miembros de la familia, compañeros de clase o vecinos como coprotagonistas de su historia.
  • Sugiere el uso de lugares familiares como escenario, de manera que el “bosque encantado” se convierta en el patio de la escuela o algún otro lugar favorito. Las mascotas pueden volverse criaturas del bosque, el estanque local puede transformarse en un espejo mágico, ¡el cielo es el límite!
  • En cuanto tu hijo domine el proceso, incentívalo a desarrollar sus propias ideas.
  • Toma notas mientras tu hijo habla sobre su cuento de hadas, haciendo preguntas para obtener más detalles, en caso de que sea necesario.

Paso 2: Plásmalo en papel

Es hora de sentarte con tu hijo a escribir el cuento de hadas.

  • Pídele a tu hijo que te dicte la historia o que la escriba él mismo usando cartulina doblada a la mitad, al estilo de un libro. Deja el lado derecho en blanco para hacer ilustraciones. Alternativamente, si tienes una impresora, haz que tu hijo escriba la historia en la computadora y la imprima de forma horizontal, dejando espacio para las ilustraciones.
  • Usa un tamaño de letra grande de manera que sea fácil de leer en voz alta y que tenga ese estilo de cuento de hadas con letras sofisticadas y extragrandes al comienzo de cada sección.
  • Haz que tu hijo le agregue su sello artístico al libro haciendo las ilustraciones de la historia. Incluso los artistas menos hábiles pueden colorear y decorar las páginas. También pueden revisar fotografías juntos para hacer un collage, o combinar fotos de familia, dibujos y recortes de revistas.
  • No te olvides de la portada, ¡la cual debería mencionar a tu hijo como el autor! Para garantizar que el libro sobreviva a muchas lecturas, haz que lo plastifiquen en un local de fotocopias.