Velar por el bienestar de tu hijo implica saber cómo garantizar que este reciba la ayuda que necesita para alcanzar el éxito. Para los niños con dificultades de aprendizaje, nunca es demasiado pronto para comenzar a buscar la forma de ayudarlos a tener éxito con el aprendizaje. Incluso antes de iniciar la educación formal, hay cosas que puedes hacer para asegurarte de que tu hijo reciba ayuda temprana, de manera que el aprendizaje pueda ser una experiencia divertida y productiva.

La ley federal, la Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés), garantiza ciertos derechos para los niños de preescolar a través del programa Child Find de tu estado. A continuación, te mostramos los primeros pasos que deberías dar si sospechas que tu hijo tiene una dificultad de aprendizaje.

Observa a tu hijo y comienza a llevar un registro de las conductas que creas que sugieren retrasos o dificultades de aprendizaje.

Habla con tu hijo sobre lo que estás observando. Intenta aprender más sobre los problemas que parece estar experimentando a través de juegos, de manera que puedas compartir ejemplos específicos con personas que puedan ayudar. No olvides elogiar con frecuencia y entusiasmo los éxitos y el buen esfuerzo de tu hijo.

Reúnete con el pediatra de tu hijo, llevando tu lista de observaciones. Expresa tus dudas con honestidad y no tengas miedo de hacer preguntas como: “¿Por qué está teniendo problemas mi hijo?”, “¿es algo que desaparecerá por sí solo?” o “¿está dentro del rango normal del desarrollo?”. Pregunta si se realizan evaluaciones del desarrollo; o si otro profesional de la salud (por ejemplo, un neurólogo) o un especialista de la infancia temprana (por ejemplo, un patólogo del habla/lenguaje, psicólogo, educador especial) debería evaluar a tu hijo. Si te preocupa el progreso de tu hijo, no esperes mucho para buscar ayuda especializada.

Pídele al pediatra o a tu distrito escolar que remita a tu hijo a Child Find, o a la agencia de referencias que debes contactar para concertar una evaluación para tu hijo. Una evaluación te dará la información que necesitas para tomar decisiones importantes y determinará si tu hijo cumple los requisitos para recibir intervención temprana o servicios de preescolar. Los resultados de la evaluación son estrictamente confidenciales. Tú decides con quién compartir la información.

Los servicios de intervención temprana son servicios para bebés y niños pequeños de hasta dos años diseñados para identificar y abordar un problema o retraso lo antes posible. Los servicios de preescolar son programas especialmente diseñados que son ofrecidos por las escuelas públicas y que están disponibles para niños con discapacidades que cumplan los requisitos a partir de los tres años. Hasta los cinco años, estos servicios son voluntarios; puedes esperar para decidir si quieres inscribir a tu hijo en un programa que brinde ayuda especial.

En cuanto solicites una evaluación, tienes derecho a que esta sea realizada dentro de un lapso de tiempo establecido, generalmente dentro de 60 días después de haber firmado la autorización para que tu hijo sea evaluado. No te cohíbas de llamar o visitar el lugar de la evaluación para mantener el proceso en marcha.

Lleva toda la información de tu hijo que consideres relevante a las reuniones y evaluaciones. Cuando hables con los doctores, terapeutas o administradores de la escuela, asegúrate de estar preparado para compartirles tus observaciones sobre tu hijo.