Inscribirse en cualquier universidad requiere de mucha investigación. Sin embargo, los padres de adolescentes que consideren ingresar a una universidad con fines de lucro, deben ser particularmente precavidos.

¿Qué son las universidades con fines de lucro?

Las universidades con fines de lucro, también conocidas como universidades particulares, son dirigidas por empresas privadas con afán de lucro. Al igual que todas las empresas, el objetivo es impulsar los ingresos y ganancias. Las universidades públicas y privadas sin fines de lucro, por el contrario, son dirigidas por un comité directivo en lugar de un CEO; el dinero que reciben las universidades públicas y privadas debe ser empleado para promover los objetivos de esa institución.

Existen muchos tipos de universidades con fines de lucro, estas incluyen las instituciones de arte como la Universidad Academy of Art en San Francisco y conglomerados como la Universidad de Phoenix, la cual cuenta con más de 100 sedes y ofrece más de 100 carreras. Si bien algunas universidades con fines de lucro ofrecen estudios de pregrado, la mayoría ofrece títulos de posgrado o certificados de programas vocacionales. La mayoría ofrece programas flexibles o en línea para adaptarse a los estudiantes que trabajan o tienen hijos (muchas universidades públicas y privadas sin fines de lucro también ofrecen programas flexibles y en línea).

El crecimiento de las universidades con fines de lucro

El número de este tipo de instituciones está creciendo. En el año 1995, tan solo 500.000 estudiantes asistían a universidades con fines de lucro, lo que representaba alrededor del 3 por ciento de los estudiantes universitarios en general. Durante las siguientes dos décadas, el número de instituciones con fines de lucro (y el número de estudiantes que asistía a ellas) aumentó. Para el año 2015, más de 2.8 millones de estudiantes (o el 10,4 por ciento de todos los estudiantes universitarios) estaban inscritos en universidades con fines de lucro, de acuerdo con un reporte realizado en el 2016 por la NCES (enlace en inglés).

Los riesgos de asistir a una universidad con fines de lucro

A medida que han proliferado las universidades con fines de lucro, también lo han hecho las controversias con respecto a ellas. Las universidades con fines de lucro han sido criticadas por su publicidad engañosa, reclutamiento agresivo, por enfocarse en estudiantes y veteranos de bajos recursos por el dinero federal para gastos de matrícula al que son elegibles, por impulsar a los estudiantes a pedir préstamos privados para pagar la matrícula que no es cubierta por préstamos federales, por ofrecer programas de baja calidad, índices bajos de egreso y por dejar a los estudiantes con deudas estudiantiles abrumadoras y pocas posibilidades laborales.

Un problema con las instituciones con fines de lucro es que muchos estudiantes nunca se gradúan (enlace en inglés). Además, incluso cuando los estudiantes logran hacerlo, sus créditos, certificados o diplomas no dan lugar a empleos de tiempo completo en su campo de elección. En un reporte realizado en el año 2014 por el National Center for Analysis of Longitudinal Data in Education Research (enlace en inglés), los investigadores concluyen: “No encontramos evidencia de que los postulantes a empleos que asistieron a universidades con fines de lucro capten más la atención de los empleadores que aquellos que asistieron a universidades públicas comunitarias o sencillamente no asistieron a la universidad. Tales hallazgos resultan particularmente dignos de atención considerando el alto costo de asistir a una universidad con fines de lucro”.

Generalmente, los estudiantes egresan de las universidades con fines de lucro con grandes deudas y pocas posibilidades de prosperar desde el punto de vista económico.

Objetivos vulnerables

Los mencionados problemas se ven agravados por el hecho de que los estudiantes de instituciones con fines de lucro suelen encontrarse entre los más desfavorecidos. Tressie McMillan Cottom, una académica que solía trabajar como reclutadora para dos universidades con fines de lucro distintas, explica en su libro Lower Ed (enlace en inglés), que las universidades con fines de lucro intentan deliberadamente reclutar a estudiantes de bajos recursos pues son los que cumplen los requisitos para obtener la mayor cantidad de apoyo económico. “El sistema en el que hemos llegado a confiar para aumentar el acceso a la educación universitaria para aquellos que se encuentran en posiciones más vulnerables no hace más que agravar su pobreza”, le dijo Cottom a Terry Cross en Fresh Air, transmitido por la NPR (enlace en inglés). “Eso es todo lo contrario de lo que la educación universitaria debería hacer”.

Las universidades con fines de lucro también son conocidas por reclutar de forma agresiva a veteranos del ejército a causa del dinero que les proporciona el programa de apoyo educativo federal para gastos de matrícula, dejando a muchos veteranos desempleados y llenos de deudas. David Halperin revela dicha tendencia en Stealing America’s Future: How For-Profit Colleges Scam Taxpayers and Ruin Students’ Lives. Un fragmento del libro, publicado en Slate, cuenta la estremecedora historia de un joven veterano que fue embaucado por dos instituciones con fines de lucro y terminó sin oportunidades de empleo y con más de $83.000 en deudas (enlace en inglés). Halperin señala: “El reclutamiento persistente rinde sus frutos: Los siete principales beneficiarios del apoyo educativo federal destinado a veteranos del ejército son universidades con fines de lucro”.

Las universidades con fines de lucro dejan mucho que desear en comparación a otras instituciones

Las universidades con fines de lucro no quedan bien paradas al ser comparadas con otros tipos de instituciones y universidades, tal como demuestra esta infografía interactiva (enlace en inglés). Las universidades con fines de lucro son más costosas que las universidades públicas y exhiben índices más bajos de egreso. Los estudiantes de universidades con fines de lucro terminan con una deuda superior, a la larga generan menos ingresos que otros estudiantes universitarios, exhiben mayor índice de desempleo y tienen mayor tendencia a incumplir con el pago de sus préstamos universitarios.

Beneficios de las universidades con fines de lucro

A pesar de que existen riesgos, no significa que las universidades con fines de lucro no beneficien a algunos estudiantes. Asumiendo que el programa sea de calidad, las universidades con fines de lucro poseen un proceso de admisión más sencillo sin necesidad de puntaje SAT, ensayos o cartas de recomendación; la mayoría ofrece programas en línea o nocturnos que les facilitan la asistencia a los padres y estudiantes que trabajan, y la oportunidad de establecer una red de contactos en campos muy específicos con los docentes, personal y otros estudiantes puede resultar invaluable. Las universidades con fines de lucro ofrecen programas vocacionales (como plomería, mecánica automotriz y cosmética) que no se encuentran disponibles en muchas universidades e instituciones sin fines de lucro (algunas universidades comunitarias ofrecen dichos programas, pero recortes estatales y federales de presupuesto han provocado el recorte de programas en muchas instituciones). Por lo tanto, para muchos estudiantes, las universidades con fines de lucro son la única opción factible para cumplir sus metas profesionales a causa de limitaciones geográficas y de tiempo. El contribuidor de Forbes, Andrew Josuweit, señala que no toda la industria de las universidades con fines de lucro debería ser mancillada por los abusos de unos pocos ejemplos negativos: “Existen muchas instituciones que proporcionan educación de alta calidad y cumplen con los estándares de la industria…Las instituciones con fines de lucro reciben una mala reputación por las acciones de unas pocas” (enlace en inglés).

6 preguntas a realizar si tu adolescente considera ingresar a una universidad con fines de lucro

  • ¿Está acreditada la universidad? Revisa la siguiente página web gubernamental (enlace en inglés) para comprobar si la universidad con fines de lucro que tu hijo está considerando está acreditada. (Nota: incluso si la universidad que tu hijo está considerando se encuentra acreditada, puede que el programa específico no lo esté, así que asegúrate de comprobar el programa también).
  • ¿El título ofertado es valorado por la industria en la que mi adolescente desea trabajar? Averigua con exactitud qué título o credencial necesita tu adolescente para la profesión que planea ejercer y asegúrate de que la universidad que está considerando la ofrezca. Habla con profesionales del campo sobre el valor percibido en un título o credencial de la institución en cuestión. También puedes consultar a un consejero profesional independiente que no esté afiliado con la universidad con fines de lucro. Te conviene recibir confirmación de alguien ajeno a la institución de que este título será de valor para los empleadores.
  • ¿Alguna universidad comunitaria local ofrece un programa similar? De no ser así, comprueba si el programa es ofrecido en una universidad pública dentro del estado y compara el precio final, índice de egreso e índice de empleo del programa con fines de lucro con el programa público para asegurarte de que tu hijo esté realizando la mejor inversión a largo plazo.
  • ¿Entiendo los términos de los préstamos? Asegúrate de que tanto tu adolescente como tú entiendan los términos (incluyendo cuáles préstamos son financiados por el gobierno a modo de apoyo estudiantil y cuáles préstamos son privados, cómo funcionan las prórrogas mientras está inscrito y tras la culminación o retiro, cómo se calcula y compone el interés, cuáles son los términos de pago y proyecciones reales de los pagos mensuales tras la culminación o retiro) de cualquier préstamo que esté solicitando. Puedes obtener información confiable de páginas web del gobierno como Federal Student Aid (enlace en inglés) y la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor.
  • ¿Estoy yo (o mi adolescente) cediendo ante la presión? Las escuelas con fines de lucro son conocidas por emplear tácticas de venta de alta presión para lograr que los estudiantes se inscriban. No cedas ante un discurso de venta persuasivo. La oportunidad no desaparecerá. Comunícate con un exalumno egresado del programa que tu hijo desea para obtener su opinión sobre la experiencia, tanto en la institución como después de graduarse. Pregúntale sobre las oportunidades de empleo y qué tan bien preparado se encontraba para el trabajo. Si una universidad te presiona para tomar una decisión rápida, interprétalo como una señal para descartarla.
  • ¿He investigado a fondo? Este artículo de la National Association for College Admissions Counselors ofrece consejos claros sobre cómo evaluar programas universitarios con fines de lucro, incluyendo preguntas específicas a realizar sobre la escuela, el programa, el apoyo financiero que ofrecen, los recursos y la asistencia para asignación a profesiones (enlace en inglés).

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