Los padres hacen bien en enseñarles a sus hijos a agradecer lo que les ha dado la vida (personas que se preocupan por ellos, un hogar, comida en la mesa y una educación). Un estudio reciente sobre la gratitud ha demostrado que los niños que en verdad se sienten agradecidos por lo que tienen están más cerca del éxito emocional, físico y social.

Aquí tienes algunas recomendaciones del experto Dr. Jeffrey Froh para enseñar a tu hijo a ser agradecido.

7 consejos para criar un niño agradecido

  1. Sé un buen ejemplo

    Compórtate de forma agradecida cada vez que tengas ocasión. “Gracias por sacar la basura.” “Tu maestra es genial, me alegro de que te ayude con tus dudas.” “Doy gracias por que tu abuela se pueda quedar contigo esta noche.”

  2. Encuentra momentos para decir gracias

    Encuentra tiempo para recordar las cosas buenas de la vida. Sé o no seas religioso, tú (o tu hijo) puedes recitar una oración familiar o simplemente dar las gracias antes de empezar a comer. “Gracias por esta familia y esta comida.”

  3. Hagan una visita de agradecimiento

    Pide a tu hijo que escriba una tarjeta a alguien que le haya hecho un favor. Después léesela en voz alta al destinatario.

  4. Escríbelo

    Deja notas de agradecimiento a las personas de tu familia (a los niños les encanta encontrárselas en la lonchera.) “¡Gracias por ayudarme a prepararte la comida hoy!”

  5. Agradezcan lo que el mundo les ofrece

    Habla con tu hijo de las cosas que el mundo nos da gratis — las hojas de los árboles en otoño, por ejemplo — y disfruten juntos de la experiencia. “Me siento muy agradecido por este tiempo fantástico que estamos teniendo. ¡Vamos a jugar afuera!”

  6. Recuerda a tu hijo por qué ser agradecido ayuda

    Explícale cómo ser agradecido mejora las relaciones personales: “Fue muy considerado por tu parte darle las gracias a tu amigo por ayudarte con las tareas. Para eso están los amigos.”

  7. Recuerda a tu hijo quiénes le ayudan

    Cuando tu hijo alcance una meta — por ejemplo, terminar un proyecto difícil para la escuela o conseguir una carrera jugando al béisbol — recuérdale quién le ayudó a conseguirlo. “Tu equipo tiene suerte de contar con un entrenador que les enseña tan bien.”

Ver: Una cosa que los niños felices tienen en común