La naturaleza ama la diversidad. Ningún cerebro humano es igual a otro. La diversidad impulsa a la evolución al mejorar la capacidad de una especie para adaptarse a entornos cambiantes. ¿Cómo se relaciona esto con la dislexia? Mantengamos esa idea en mente mientras hablamos sobre los cerebros de los niños con dificultades de lectura.

Estudiando los cerebros disléxicos

Si bien ningún cerebro es igual a otro, los cerebros de las personas con dislexia son claramente diferentes a los cerebros de las personas que no tienen dislexia. Los cerebros disléxicos funcionan de manera diferente porque están organizados de manera distinta. Incluso se ven diferentes, aunque no a simple vista. Los científicos utilizan microscopios y herramientas de neuroimagen sofisticadas para estudiar las diferencias estructurales y funcionales de los cerebros disléxicos.

Los estudios de cerebros donados para la investigación médica nos han ayudado a comprender la dislexia en el desarrollo. Los científicos descubrieron diferencias estructurales en dos partes del cerebro disléxico: la corteza cerebral y el tálamo. La corteza cerebral es la parte externa del cerebro (que consta de seis capas) involucrada en el procesamiento de alto nivel, incluyendo el análisis sensorial y motor, la memoria de trabajo, la atención y el lenguaje. El tálamo, una “estación de paso” ubicada en el centro del cerebro, es el principal punto de parada para la información transmitida desde nuestros órganos sensoriales (por ejemplo, ojos y oídos) hacia la corteza cerebral para el procesamiento a niveles superiores.

El examen microscópico de los cerebros a los que se les realizó una autopsia reveló cambios en la disposición de las células nerviosas y una región auditiva más pequeña, ambos en la corteza cerebral. La medición de las células nerviosas en la parte visual y auditiva del tálamo reveló células más pequeñas. Estos estudios proporcionaron la primera evidencia de que la dislexia del desarrollo es causada por una diferencia cerebral.

Diferencias en la corteza cerebral

Examinemos más de cerca los cambios en la corteza cerebral. Uno de ellos está relacionado con las ectopias. Estas son pequeñas agrupaciones de células nerviosas (neuronas) y paquetes de fibras nerviosas enredadas (axones). Imagina una medusa microscópica con tentáculos enredados y tendrás una idea de cómo lucen las ectopias. Otra característica distintiva de ellas es su ubicación: se encuentran dentro de la primera capa de las áreas corticales responsables del lenguaje. Normalmente, las células nerviosas están ausentes en esta capa superior.

Estas ectopias son causadas por un cambio durante la migración neuronal, el viaje que todas las neuronas recién nacidas realizan hacia sus posiciones finales en el cerebro. Pero algunas células recién nacidas no encuentran su destino, viajan demasiado lejos y terminan en ubicaciones que no corresponden en la corteza cerebral, alterándose en el proceso y conectándose con el resto del cerebro de manera atípica.

Los científicos creen que las ectopias ocurren en el cerebro en desarrollo del feto antes del sexto mes, ya que la mayoría de las neuronas encuentran sus posiciones adultas para ese momento. Debido a que las ectopias ocurren temprano en el desarrollo y porque la dislexia a menudo se hereda, los científicos sospechan que las diferencias genéticas que afectan el desarrollo temprano del cerebro causan las ectopias.

Lo fascinante de las neuronas ectópicas es que parecen conectarse con las neuronas en otras partes del cerebro de manera diferente. Dado que la mayoría de las ectopias se encuentran en las redes de lenguaje y en la parte frontal del cerebro relacionada con la memoria verbal, es fácil entender cómo un patrón de “cableado” diferente podría afectar el complejo proceso de aprender a leer y escribir.

Otra diferencia en la corteza cerebral es la simetría, y se ha encontrado tanto en cerebros en los que se ha realizado una autopsia como en estudios de neuroimagen en personas con dislexia. El cerebro humano tiene dos hemisferios que son casi, pero no del todo, imágenes espejo. Los dos hemisferios del cerebro no son del todo imágenes espejo porque existen pequeñas diferencias de tamaño, llamadas asimetrías. (Los dos hemisferios también procesan información, incluido el lenguaje, de manera algo diferente). Los estudios muestran que el plano temporal (una región auditiva que forma parte de la red del lenguaje) tiene el mismo tamaño en ambos lados de los cerebros disléxicos. En otras palabras, los cerebros disléxicos son más simétricos.

¿Por qué es esto relevante? Porque el plano temporal normalmente es más grande en el lado izquierdo del cerebro. Este diseño asimétrico del cerebro puede ser altamente eficiente para el procesamiento de información secuencial y para el aprendizaje de ciertas habilidades lingüísticas, incluida la lectura, escritura y ortografía. La simetría en esta área puede interferir con el aprendizaje de la lectura y la escritura.

Diferencias en el Tálamo

Los científicos descubrieron otra diferencia en los cerebros disléxicos en los que se realizó una autopsia: neuronas más pequeñas en ciertos grupos de células (núcleos) del tálamo. Los dos núcleos afectados se encargan de la visión y la audición. Aunque los científicos no saben exactamente cómo el tamaño se relaciona con la función, neuronas más pequeñas en estas dos áreas podrían interrumpir el tiempo preciso requerido para transmitir información de manera eficiente a través de las redes cerebrales.

El desafío para los investigadores

Los científicos no sugieren que todos los lectores con dificultades tengan estas diferencias estructurales en el cerebro. Sin embargo, estos estudios proporcionan evidencia de que algunos problemas de aprendizaje en los niños tienen una base cerebral, independientemente de los niveles de inteligencia. El desafío para los científicos es determinar exactamente cómo estas diferencias estructurales afectan la capacidad de los niños para aprender a leer.

Diversidad y evolución

Ahora, volvamos a esa idea que teníamos en mente: ¿cómo se relacionan la diversidad y la evolución con la dislexia? Si bien un cerebro disléxico puede no ser idealmente adecuado para procesar cierta información secuencial y lingüística, tal vez su simetría y sus diferencias de conexión constituyan un diseño ideal para otro tipo de procesamiento. De hecho, los maestros de niños y adultos con dislexia a menudo comentan que muchos de ellos tienen fortalezas inusuales.

En otras palabras, los niños con dislexia tienen fortalezas y debilidades al igual que todos los niños. Sin embargo, un número desproporcionado puede tener habilidades excepcionales que pueden ser muy útiles para todos nosotros. Y, dado que los entornos siempre cambian, ¿quién sabe qué mentes diversas necesitará nuestra especie en el futuro?