Estas son algunas señales de que puede haber un problema con el maestro de tu hijo:

  • Tu hijo se queja de que su maestro le llama la atención en clase con frecuencia, usando comentarios negativos.
  • El maestro es el último en llegar por la mañana y el primero en irse por la tarde. No responde a llamadas telefónicas o a notas escritas.
  • Tu hijo raramente trae tareas a casa.
  • El maestro no devuelva la tarea corregida.
  • El maestro no manda reportes o comunicaciones a los padres con frecuencia.
  • El maestro muestra poco conocimiento en la materia que enseña.
  • Las lecciones están desorganizadas y mal planificadas.
  • El maestro rechaza cualquier sugerencia de los padres.

Si crees que hay un problema con el maestro de tu hijo, este puede ser un buen plan:

Busca los hechos

Intenta mantenerte objetivo y abierto. Si hay un problema, no asumas inmediatamente que es la culpa del maestro por completo; puede ser un problema con tu hijo o la escuela. Si la escuela o maestro lo permite, ve al salón de clase y observa lo que pasa. Si las observaciones de los padres no son permitidas, habla con otros padres y averigua si sus hijos también están teniendo problemas. Habla también con los padres que tienen hijos que ya pasaron por ese maestro para ver si este es un problema recurrente.

Documenta los problemas por escrito

Anota las fechas y horas de cada vez que el maestro se portó de forma inapropiada. Si otros padres han notado el problema, pídeles que hagan lo mismo.

Llama o reúnete con el maestro

Haz una cita para ver al maestro en persona si sientes que el problema no se resolverá con solo hablar por teléfono.

Ten una conversación profesional con el maestro y velo como un aliado

Evita confrontar al maestro y apégate a los hechos. Trata de no criticarlo de forma personal. Enfócate en las actividades del salón, plan de estudios y las necesidades de tu hijo. Una vez que hayas hablado con el maestro, dale suficiente tiempo y la oportunidad de mejorar la situación.

Contacta al director

Si ves que no hubo progreso después de unas semanas, habla con el director. Debes estar consciente de que siempre es mejor resolver el problema sin tener que incluir al director. Una vez que involucras al director, cruzas una línea importante, y tu relación y la de tu hijo con el maestro nunca va a ser la misma.

Sigue las normas escolares

Seguramente tu escuela tiene normas o reglas relacionadas con desacuerdos entre maestros y padres de familia. Pide que te muestren estas reglas y síguelas. Dale el tiempo suficiente a este proceso.

Contacta al superintendente del distrito

Si el problema no se resuelve después de hablar con el director, contacta al superintendente escolar. Pregúntale cuál es la política que se sigue para evaluar a un maestro y cómo son asignados los maestros a las escuelas del distrito. Reúne a otros padres que también tienen diferencias con el maestro. Ten presente que este proceso lleva tiempo y que podría no terminar en una solución rápida, pero hay esperanzas si eres persistente y trabajas junto con otros padres de familia tratando de solucionar sus preocupaciones.