Los seres humanos son sociales por naturaleza, desde la primera sonrisa en la infancia hasta la posterior alegría de reencontrarse con los viejos amigos. Sin embargo, en ninguna otra etapa de la vida es tan importante el sentido de pertenencia y la capacidad de hacer amigos como lo es en la infancia media. Durante su época de bebé y estudiante de preescolar, tu hijo realiza sus primeras conexiones emocionales con familiares y cuidadores, aunque probablemente pase más tiempo con niños de su edad del que tú pasaste durante tu infancia. Sin embargo, la pregunta que tanto consume al estudiante de preescolar “¿cómo encajo en esta familia?”, evoluciona en la escuela primaria para convertirse en “¿cómo puedo ser aceptado?” junto a: “¿Quién será mi mejor amigo?”.

Visita una escuela primaria o intermedia a la hora de la salida y observa la cantidad de niños que caminan a casa con cansancio o que suben a los autobuses. Llama la atención que todos lucen casi idénticos, con chaquetas del mismo estilo, con las mismas mochilas de los mismos colores en el hombro, justo como sus demás compañeros del mismo sexo. Las chicas, en particular, procuran no vestirse distinto a las otras de su edad. Los chicos tienen estándares similares, pero es más probable que se clasifiquen entre sí de acuerdo a la capacidad atlética y física de cada uno. Los chicos que actúan de forma excesivamente agresiva hacia los adultos suelen ser los más admirados por otros niños de su edad. Las chicas, por otro lado, se evalúan entre sí de acuerdo a su atractivo y a su disposición a ser solidarias y amables, más que por su agresividad manifiesta.

La mayoría de padres con niños de esta edad han tenido que consolarlos cuando se quejan de que “nadie los quiere“, tras haber sido excluidos de una lista de invitados o no haber sido elegidos para un equipo. Todo niño siente al menos algo de preocupación ante la posibilidad, si no la experiencia, de ser excluido del grupo o rechazado por quien antes consideraba su mejor amigo. A principios de la escuela secundaria, los líderes podrían mantener su estatus durante una semana o un par de meses, y luego experimentar también un cambio en este sentido. Muchas veces, para evitar que ellos mismos se conviertan en el blanco del rechazo, los niños pueden llegar a traicionar y tratar mal en público a alguien que, supuestamente, era un buen amigo. Ningún niño tiene garantizado el éxito social a largo plazo.

Cuándo y cómo responder

Algunos adultos ven la infancia como una época libre de preocupaciones, olvidando sus propias dudas del pasado sobre ser socialmente aceptados y tener amigos fieles. De hecho, a esta edad, la indiferencia respecto a asuntos sociales es preocupante. El niño de escuela primaria o intermedia que prefiere estar solo no se encuentra dentro de la conducta esperada. El niño más típico, en lugar de ser despreocupado, está dolorosamente consciente de la importancia de la aceptación social, de la popularidad y de tener amigos duraderos.

Estudios realizados en niños nos han demostrado que ser aceptados, aunque mayormente ignorados, no es tan doloroso como ser odiados públicamente. Es probable que los niños socialmente marginados tengan más problemas a futuro; los niños que son rechazados constantemente a esta edad por sus compañeros tienen más probabilidades de abandonar la escuela durante la adolescencia. Y no tener amigos en lo absoluto es al menos tan preocupante como tener problemas académicos o de aprendizaje persistentes.

Sin embargo, evita preocuparte por el éxito o fracaso social de tu hijo a causa de los eventos de un día o semana en específico. A menos que el aislamiento social sea duradero y persistente, no es motivo de mucha preocupación. A esta edad, los niños tendrán sus días de aceptación y de rechazo, conflictos con buenos amigos y separaciones temporales. También podrían olvidar los éxitos sociales de ayer cuando algo les salga mal hoy.

Cómo puedes ayudar a tu hijo con problemas de amistad

  • Brindándole un apoyo constante y lleno de afecto
  • Reconociendo el sufrimiento causado incluso por un fracaso social temporal
  • Haciéndote amigo del maestro y planeando juntos cómo ayudar al niño que se siente excluido
  • Arreglando una amistad que está a punto de romperse, teniendo una conversación tranquila y afectuosa con ambos niños

El maestro puede decirte cuáles son los niños que parecen congeniar con el tuyo en cuanto a juegos y tareas, de manera que puedas organizar encuentros para jugar después de la escuela. Los maestros también pueden orientarte respecto a actividades después de clases que fomenten las amistades, tanto nuevas como ya existentes. Los padres y los maestros pueden compartir observaciones sobre las fortalezas y debilidades sociales de los niños.

Algunas escuelas ofrecen capacitación en habilidades sociales. Sabemos que los niños socialmente exitosos son sensibles a los sentimientos y necesidades de los demás, y suelen tener buenas ideas sobre actividades grupales y un buen sentido del humor (aunque no a expensas de otras personas). Un niño con problemas de aceptación podría carecer de estas cualidades importantes, y la capacitación puede ayudarlo a mejorar al menos en algunas áreas. Cuando un niño sin amigos comienza a notar resultados positivos a raíz de cambios en su propia conducta, está en camino hacia un éxito social cada vez mayor. Sin embargo, recuerda que los cambios de conducta suelen ser lentos, incluso con el mejor asesoramiento.

Si después de todos estos esfuerzos tu hijo sigue aislado y sin amigos de manera constante, es momento de consultar a un especialista externo, un psiquiatra infantil certificado o un psicólogo infantil igualmente calificado que pueda guiar a tu hijo hacia un éxito social cada vez mayor.