No es una ciencia descubrir con qué alimentar a nuestros hijos para el desayuno. Excepto que, bueno, lo es. La ciencia nos dice que lo que los niños comen afecta su cerebro y, por extensión, su capacidad de aprendizaje. Los desayunos estadounidenses no son exactamente saludables. El pasillo de los cereales es como una zona de guerra, donde las hojuelas azucaradas que los niños quieren y los cereales saludables que los padres quieren que los niños coman combaten entre sí, y la comida saludable a menudo pierde esa batalla.

Entonces, ya sea que tu hijo realice una huelga de hambre por la mañana o simplemente suplique por una comida deliciosa, a continuación te presentamos algunas alternativas económicas y ricas en proteína, que ayudarán a nutrir a tu hijo incluso en las mañanas más ocupadas.

Ideas de desayuno para niños

  1. Huevos cocidos y sal

    La idea es simple, probablemente demasiado simple para parecer una alternativa brillante. Pero a muchos niños les gusta lo simple. El huevo cocido es fácil de preparar y es muy nutritivo, sellado en su propio empaque natural y divertido de quebrar y quitar. Ofrece excelentes nutrientes: 6 gramos de proteína por huevo y mucha colina que estimula el cerebro. Hierve una docena al comienzo de la semana y tu hijo podrá servirse él mismo el resto de la semana.

    Cómo servirlos: envuelve un huevo o dos en una toalla de papel para que no se trituren y agrega una pizca o dos de sal. Tu hijo incluso puede comerlos en el carro o bus camino a la escuela.

  2. Quesadillas

    Seguro, no se trata de hojuelas azucaradas u hojuelas con los colores del arco iris, pero las quesadillas de tortillas de maíz o harina son excelentes para un delicioso y nutritivo desayuno. Además, tu hijo puede prepararlas en menos de un minuto en el microondas. También es fácil sazonarlas agregando una rodaja de tomate o una rodaja de pollo.

    Cómo servirlas: Haz un cono con la tortilla para el viaje hacia la escuela, o córtala en pedazos para sumergirlos en su salsa favorita o los frijoles de la noche anterior.

  3. ¡A licuar frutas y proteínas!

    Si la bebida de la mañana es lo suficientemente saludable, no hay necesidad de desayunar. Saca la licuadora, compra un poco de yogur o leche, frutas congeladas (las bayas son más baratas y duran para siempre de esta manera) y espinacas frescas. Muchos niños no quieren comer verduras, pero un puñado de espinacas desaparece en los batidos, dejando solo un tinte verde mágico. El yogur griego ofrece una gran cantidad de proteínas por cucharada y le agrega sabor.

    Cómo servirlo: En las mañanas más ocupadas, sírvelo en un frasco reciclable para que tu hijo lo tire en el bote de reciclaje de la escuela.

  4. ¡Este helado de yogur le fascinará!

    A veces tu hijo solo quiere algo divertido para alegrar su mañana escolar. Haz un helado de yogur introduciendo capas de yogur, frutas, nueces y granola en un vaso que puede convertir una mañana normal en una celebración improvisada. Asegúrate de usar yogur natural sin azúcar para mantener bajos los niveles de azúcar y granola que no sea demasiado dulce. Pregúntale a tu hijo cuáles son sus frutas favoritas y sorpréndelo una mañana con este helado de yogur.

    Cómo servirlo: colócalo en un vaso transparente para que tu hijo pueda ver las capas.

  5. Palitos de apio y mantequilla de maní

    Los palitos de apio no son alimentos normales para el desayuno, pero son alimentos saludables para los niños, así que al prepararlos con un poco de mantequilla de maní (¡ambos, el apio y la mantequilla de maní duran para siempre en la nevera!) le ofrecerás a tu hijo algo saludable para picar en la escuela los días en que no se llenó con el desayuno. Para los niños cuya imaginación les despierta el apetito, agrega pasas para hacer “hormigas en un tronco” o trozos de plátano para hacer “babosas dormidas”.

    Cómo servirlos: Colócalos de manera que evites embarres de maní y guárdalos en bolsas pequeñas o recipientes de plástico.