El problema: Mi hija me interrumpe constantamente cuando estoy hablando.

Ofrécele formas aceptables de captar tu atención.

Prueba esto
Enséñale a tu hija que, cuando quiera que le hagas caso, puede poner la mano en tu brazo en lugar de interrumpirte de viva voz. Tú puedes apretarle la mano suavemente para que vea que te has dado cuenta y que le atenderás en cuanto puedas.

Explícale que si quiere captar la atención de alguien que está hablando — seas tú o bien otra persona — no puede interrumpir sin más, porque sería una falta de respeto. Enséñale a decir algo como “Perdón, ¿puedo decir algo?” o “Cuando termines, yo también quiero decir algo”.


Mira su interrupción como un deseo de conexión.

Prueba esto
Los niños pequeños todavía están aprendiendo a controlar sus impulsos. Es normal que interrumpan porque quieren que les hagan caso.

Es importante que los adultos sean comprensivos. Trata de reconocer las necesidades de conexión de tus hijos pequeños, pero al mismo tiempo, enséñales que una conversación es un toma y daca, y que deben esperar su turno para hablar en vez de interrumpir cuando se les antoje.

Mejor no
No trates sus interrupciones como un crimen.

Di
“¡Ya veo que quieres decir algo! (Guiño de ojo.) Espera un momentito”.

“Ven a sentarte conmigo. (Pon tu brazo alrededor de sus hombros.) Cuando termine lo que estoy diciendo te escucharé”.

“Tan pronto la abuelita termine de contar su historia me podrás decir lo que quieres”.

“¿Es urgente? Si no, espera 15 segundos y podrás decírmelo”.

No digas
“¡No me interrumpas!”.

“¡Qué grosera eres!”.


Por qué

Los niños pequeños están tan enfocados en lo que quieren, que no entienden que interrumpir una conversación podría ser una falta de respeto. Quizás están emocionados, entusiasmados o preocupados, y esos sentimientos son difíciles de contener. Cuando les muestras que te has dado cuenta de que quieren decir algo generalmente se calman.

Explícales a tus hijos qué circunstancias justifican que interrumpan, como por ejemplo, si se han hecho daño o alguien ha llamado a la puerta. También puedes enseñarles formas de intervenir en una conversación que son aceptables, como por ejemplo responder a lo que alguien acaba de decir: “¡Qué historia más interesante!”.

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