“¡Qué colina tan brutal! Lancémonos cuesta abajo en patineta”.

A menudo, los estudiantes de sexto grado son buscadores temerarios de acción, pasando con rapidez de una actividad estimulante a la otra. ¿Propensos a accidentes? Sin duda. Este año, uno de los compañeros de sexto grado de mi hija ha sido ingresado cinco veces a emergencias a causa de dos esguinces de tobillo, una muñeca rota, un brazo roto y una conmoción cerebral.

¿Control de impulsos? Lo siento, dicha región cerebral (la corteza frontal, enlace en inglés) aún se encuentra en desarrollo. Puede que los estudiantes de sexto grado coman postre hasta enfermar, a menudo actúen antes de considerar las consecuencias y (de forma encantadora) levanten la mano en clase con frecuencia y entusiasmo antes de percatarse de que no saben la respuesta.

La dopamina es una hormona que incentiva una conducta de búsqueda de novedades (enlace en inglés) y sensaciones, y los estudiantes de sexto grado están a rebosar de dopamina. El autocontrol no forma parte de su paquete neurológico.

El buen juicio (o la falta del mismo)

Desde sexto grado hasta alcanzar la madurez, el área de crecimiento principal del cerebro es la corteza prefrontal de los lóbulos frontales, una región denominada como el “CEO” del cerebro. Dicho centro de control cognitivo o de funciones ejecutivas es responsable de la inteligencia en general y de actividades como equilibrar emociones conflictivas, tomar decisiones éticas, reprimir impulsos emocionales y sexuales y predecir eventos futuros. Si has notado que tu hijo de 11 años puede llegar a ser desorganizado o que tu hija preadolescente ahora busca un área privada para guardar objetos secretos o un diario, puedes rastrear el origen de dicha conducta hasta el cerebro de su cerebro, por así decirlo.

Y ahora mismo, este se encuentra atravesando un gran cambio mediante una especie de proceso de poda sináptica que fortalece ciertas vías neuronales mientras prácticamente abandona a la mayoría de las otras. Dicho proceso resulta desorientador para tu estudiante de sexto grado, y a menudo genera imprudencia, pésima toma de decisiones y arrebatos emocionales como resultado.

Las hormonas y el crecimiento

Si aún no lo has hecho, háblale a tu hijo sobre los cambios físicos que se avecinan, los cuales son desencadenados por la acción de sus hormonas adolescentes. En el caso de las chicas: senos, acné, vello púbico, vello corporal, menstruación y caderas más anchas. En el caso de los chicos: vello en las axilas, vello púbico, vello facial, acné, testículos más grandes, sueños húmedos y erecciones. Los estudiantes de sexto grado, sobre todo las chicas, suelen sentirse acomplejadas sobre el desarrollo de su cuerpo, sintiendo ansiedad con respecto a la forma en que los demás los ven.

Alimento para el cerebro

Para contribuir al desarrollo cerebral de tu hijo, aliméntalo con comida saludable. Muchos estudiantes de sexto grado desean atiborrarse de comida chatarra dañina debido a que los centros de placer en su cerebro se desarrollan antes de la habilidad para evaluar las consecuencias a largo plazo. Intenta limitar su consumo de comida chatarra. En exceso, podría causar obesidad, dañar su sistema inmunológico (enlace en inglés) y detener sus secreciones hormonales (enlace en inglés).

En lugar de ello, ayuda a tu hijo a comer alimentos saludables y explícale que dicha práctica fomenta el desarrollo cerebral. Los Centros de Control de Enfermedades recomiendan una dieta repleta de variedades de frutas, vegetales, granos enteros y proteína magra (enlace en inglés). Además, que sea moderada en azúcar, sal y grasas saturadas. Esto no significa que debas someter a tu hijo a una dieta sin grasa. Las denominadas “grasas saludables”, tales como yemas de huevo, aguacate y salmón son conocidas por apoyar las funciones cerebrales.

Traducido por: SpanishWithStyle.com